El “quemaíto”, llamado originalmente impétigo ampolloso o impétigo vulgar, es una infección de la piel que puede contagiarse de una persona a otra.

El agente causal de esta infección es el estafilococo, una bacteria de muy rápida reproducción y  que daña la piel.

Según el pediatra Jorge Manuel Chahín Herrera, el impétigo “se caracteriza por la aparición de una o más lesiones ulcerosas en la piel, casi siempre cubiertas por una costra de color miel. Las úlceras no duelen espontáneamente pero sí cuando se tocan”.

Explica que puede afectar a cualquier persona de cualquier edad, pero es más frecuente en niños de 2 a 5 años,  “puesto que tienen menos desarrollo de las defensas contra el estafilococo y además porque están más expuestos al contagio niño con niño, es decir el contacto físico con otros niños que estén afectados”.

Entre las causas de este  contagio citó, además el calor, razón por la que esta afección es más frecuente durante el verano, a “la falta de higiene y factores nutricionales que influyen en el crecimiento de la bacteria en la piel de los niños”.

Síntomas

Entre los síntomas de está infección puede aparecer una sola o posiblemente muchas ampollas llenas de pus, fáciles de reventar y que, al romperse, dejan una base en carne viva de color rojizo (en los bebés).

Asimismo, ampollas con picazón,   llenas de un líquido color amarillo o miel, con supuración y formación de costra; también se presenta como una  erupción que puede comenzar como un solo punto, pero si la persona se rasca, puede diseminarse a otras áreas, en los ganglios linfáticos inflamados cerca de la infección (linfadenopatía).

“Se puede afectar cualquier área cutánea del cuerpo, pero normalmente aparecen en la cara, alrededor de la boca, nariz y oídos,  también en brazos y piernas. No suelen dejar cicatriz”, afirmó el médico.

Pruebas y tratamientos.  “Si queremos tener un diagnóstico científico seguro, la prueba es el cultivo de la secreción  que genera la enfermedad en la piel, mediante el cual se puede aislar el germen casual, pero el diagnóstico se hace simplemente mirando las lesiones en piel”, explica el doctor.

Además aclara  que “el objetivo del tratamiento es curar la infección y aliviar los síntomas.

Prevención

El especialista recomienda  tomar en cuenta las siguientes medidaspara prevenirlo:

1.  Mucha higiene en el hogar.

2.  Buena alimentación.

3.  Vacunaciones al día.

4.  Lactancia materna.

5.  Cuando ocurra la infección, ir al médico.

Puesto que, si la infección se complica, siendo una lesión renal por inflamación, en ese caso debe manejarla un especialista y en su mayoría hay que hospitalizar.

Deben tener en cuenta que un niño que viva en buenas condiciones de higiene en el hogar, con buena alimentación y  una atención médica adecuada,  está  protegido contra esta enfermedad, concluyó el pediatra Chahín.