Dionisio Soldevila 
Cuando Andy Marte y Yordano Ventura estrellaron sus vehículos ayer en accidentes separados y perdieron sus vidas, se unieron a una larga lista de jugadores dominicanos que han fallecido detrás de un volante en las carreteras dominicanas.
La República Dominicana tiene la condición de ser el segundo país con mayor tasa de fatalidades en accidentes de tránsito en el mundo, según la OMS, y los peloteros quisqueyanos no escapan de ser parte de dichas fatales estadísticas.
La lista comienza con Ramón Lora, quien falleció el 11 de octubre de 1985, tras chocar el vehículo que conducía con un tractor en la carretera Santiago-Navarrete.
También el pelotero William Suero, de los Cerveceros de Milwaukee murió el 30 de noviembre de 1995 al chocar su carro contra un poste del tendido eléctrico en la avenida Charles De Gaulle, en Santo Domingo.
Se recuerda que el tercera base de la Estrellas Orientales José Oliva, quien falleció la madrugada del 22 de diciembre de 1995 en un aparatoso choque ocurrido en la Autopista 6 de Noviembre, que une Santo Domingo con San Cristóbal.
Otro que murió en un accidente de tránsito fue el ex jardinero de los Leones del Escogido Rufino Linares, al estrellar su automóvil con dos palmeras en la autopista Las Américas el 16 de mayo de 1998.
Andújar Cedeño, quien jugó en las Grandes Ligas con los Astros de Houston y con los Toros del Este, murió el 28 de octubre de 2003, cuando chocó su Mercedes Benz con un camión en la carretera San Pedro-La Romana. Se recuerda también a José Uribe González, muerto el 8 de diciembre de 2006, cuando chocó su yipeta con un camión en Nizao. Andy Araújo, exlanzador del Licey, también murió al ser atropellado por un camión. Hace dos años, el 26 de octubre de 2014, el prospecto de los Cardenales de San Luis Oscar Taveras se salió de la carretera de Sosúa y perdió la vida y la de su novia al chocar contra un árbol. Marte y Ventura fallecieron con pocas horas de diferencia.
Ojalá esto sirva para abrir conciencia y que tomen medidas más drásticas para controlar las calles y carreteras dominicanas.
