“Voy a ir ahora por la tercera estrella Michelin”

“Voy a ir ahora por la tercera estrella Michelin”

La Antigua (Guatemala).-María Marte había aprendido a amar la cocina de sus padres, en especial de su madre pastelera. Ambos regentaban El Rincón Montañés, un humilde restaurante del país de las playas sin tiempo, en el que la pequeña María descubrió el sabor imborrable del sancocho, ese caldo de carnes y vegetales que ha alimentado durante años los sueños de los dominicanos.

Cuando le abrieron la puerta de los lustrosos fogones del Club Allard, María no dudó en llevar consigo aquellos sabores de su infancia y mezclarlos con las técnicas que iba aprendiendo.

El resultado no pudo ser más exitoso: “En dos años pasé de fregar platos a ser mano derecha de Guerrero”. Cuando él se marchó, a finales de 2013, dejando tras de sí dos estrellas Michelín, la joven dominicana, que había llegado al Club Allard para limpiar platos, asumió el mando. Fue el mayor reto de su carrera. Un desafío al tiempo.

“Fue el interés y la pasión con la que yo vivía la cocina lo que me ayudó a llegar tan lejos”, explica hoy con la distancia que da el éxito y los años.

Con ella como responsable gastronómica del Club Allard, el restaurante ha renovado las dos distinciones otorgadas por la prestigiosa guía Michelín: “Fue la emoción más grande de mi vida profesional. Pegué un salto de alegría”.

Hoy, convertida en la única mujer en Madrid con este doble galardón, María Marte asume nuevos retos: “Voy a ir ahora por la tercera”.

Para ello, trabaja en una nueva revolución en su cocina, una vuelta de tuerca a ese mestizaje “de las raíces dominicanas y latinoamericanas y la cocina mediterránea”.
Lo que María propone es un “viaje gastronómico sin moverse del asiento”. Un viaje para desafiar al tiempo.

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