Lo histórico y lo enigmático de la Fortaleza Ozama de la Ciudad Colonial, convergieron a la perfección en un espectáculo de elegancia, buen gusto, moda, gastronomía y misterio, para la celebración del fenómeno mundial Le Dîner en Blanc, versión Santo Domingo.

En esta segunda edición, se oían las expresiones de asombro y alegría de los presentes, todos vestidos de blanco, al encontrarse con el monumento realzado con juegos de luces que le daban un toque fantástico a una de las fortalezas más icónicas de la ciudad.

Sus anfitriones, Joelle Coulange, Manuel Angomás y Carmen Pichardo explicaron sobre Le Dîner en Blanc que es un evento en el que se utilizan los medios electrónicos para invitar y seleccionar a sus asistentes manteniendo todos los detalles en confidencialidad, así como la locación, lo que hace posible la magia y misterio del mismo.

Una de las tantas sorpresa de la velada fue la participación artística de un dueto de cantantes de ópera que deleitó a cada uno de los presentes y la premiación a la mejor mesa por el jurado compuesto por Sócrates Mckinney, Marcelle Sánchez y Gabriela Reginato.