Ni aprovechado ni mafioso

Ni aprovechado ni mafioso

Desde la organización de la izquierda revolucionaria en que milité, me correspondió con honra responsabilidades de dirección en los frentes de masas: Los Clubes, el área Sindical, CGT, SNTP, ADP, Azucareros, Construcción, Choferes, Mineros, Eléctricos, el Frente Estudiantil y Universitario, Amas de Casas, etc. y nunca me aproveche personalmente en mi rol de orientador y jefe político.

De eso pueden dar testimonios todos aquellos que me tocó orientar y dirigir en diferentes circunstancias. Ahí están Conrado Matías, Rafael Santos, Tati Paulino, Sigfredo Cabral, Celio Guerrero, Antonio Florián, Roberto Santana, Rafael Méndez, Ismael Paniagua, Roberto Reyna, Chino Bujosa, Ignacio Soto, César Mella, Franklin García, Nelson Gómez, Dora Eusebio, Pedro Pablo Díaz, Tolben Jáquez, Antonio de Jesús Acosta (Colín), Juan TH., Douglas Hasbun, Pepe Abreu, Miguel Gómez, Sergio Abreu, etc. Juntos a quienes fueron aliados como Agustín Vargas Saillant, Pedro Julio Alcántara, Delfin Vazquez, entre otros.

Creí y creo que el trabajo de masas, desde una perspectiva partidaria, debe realizarse para acumular influencia y capital político en los diversos sectores sociales y no para procurar posiciones y ventajas personales.

Nunca he sido un trepador ni tampoco he pasado facturas por los servicios y sacrificios asumidos voluntariamente en la lucha por la libertad, la democracia y el bienestar del pueblo, incluyendo la perdida de mi hermano mayor en la revolución de Abril del 1965 y los largos años de persecución y cárcel.-

Llegué al PRD y la PRM por razones políticas, dadas las diferencias con el líder del PTD en torno a la alianza con el PLD, en el momento en que el PRD salía del poder y el PLD lo alcanzaba con Leonel Fernández como candidatos presidencial.-

Es falso e injurioso afirman que favorecí con apartamentos a familiares míos en San Carlos. Fadulia y Otto Marcelino Rosa Rubio, mis primeros hijos, no pasaban de 5 y 3 años al momento del desalojo. Yo era inquilino con más de 7 años en la calle Delmonte y Tejada No. 82, donde vivió Tania Abreu, al lado de Pepe Lengua, el papá de Lipe Collado. Nunca he tenido perros ni gatos. No podía darme ese lujo.-

Mi mama, Altagracia Hernández (Siacia), que había enviudado en el año 1984, al morir mi padre Miguel Ángel Rosa Muse (Pindú) residía como propietaria en la calle Abreu No. 21, Alto. El de ella siempre fué un hogar y refugio de los de los demócratas y revolucionarios.

Betania Rosa de García, una de mis tantas hermanas (todas profesionales) tenía su consultorio dental en un lugar diferente a donde residía alquilada en San Carlos. Como sólo tenía 3 años donde residía en ese lugar y no cumplía con el requisito de cinco (5) años mínimo que habíamos establecido con la iglesia, el gobierno y el Club San Carlos, para optar por la asignación de apartamento. Ella elevó una solicitud escrita a la Junta de Inquilinos y Propietarios explicando que residió en la calle Félix María Ruiz esquina calle Altagracia por más de dos años. Recuerdo que me inhibí y no participé en la reunión en que ese tema se conoció. Si alguien lo desea, que vaya a San Carlos e indague.

Tengo a disposición de quien desee los listados de los desalojados y reubicados y todos los documentos y recortes de periódicos en un expediente de esa hermosa experiencia, en el que también reposa una misiva que me enviara desde Córdoba, el venerable Padre Justo de Berjas (Nicolás Salmerón Garrido), que fue el padrino espiritual de los desalojados, encabezando Las Vigilias que realizábamos todos los domingos en el parque de San Carlos, después de la última misa.

El punto de droga, que según Belgia Soler operaba bajo mi amparo en la cancha (un aro con un tablero) que montaron los muchachos de las familias reubicadas en uno de los parqueos, situado al frente de los edificios 69, 71 y 73, es una maligna y perversa inventiva de esa señora. Mi hijo varón y los demás vecinitos que jugaban ahí, entre ellos Diego Pesqueira, su hermano Anthony, Francisco Pimentel y su primo Christopher, César y su hermano Carlito (El bebé), Edgar, Javier, Adonis, Alberto, Carlos Miguel, Abel, entre otros niños que hoy son jóvenes adultos que honran a la comunidad Sancarleña.

Ahí jugaban baloncesto los muchachos y nunca hubo un punto de droga. Jamás defendí a nadie por narcotráfico y no es cierto que fuera al despacho de mi primo Virgilio Bello Rosa a tratar sobre esa cancha, que por iniciativa de ella, se llevó la policía. Nunca intervine en las disputas entre quienes defendían y quienes se oponían a esa cancha.

No sé cómo llegó Belgia a San Carlos, ni en qué calidad ocupaba el apartamento 301, del Edificio 71. Supe de ella, después que pase al PRD, al final del gobierno de Hipólito Mejia, siendo incorporado a su Comisión Política, propuesto por el legendario dirigente Vicente Sánchez Baret.

Me perdonan estas letras, pero me la reclamaron mi madre, mis hijas e hijos y mis hermanas y hermanos, diciéndome que el que calla otorga y que además de mis amigos y compañeros, yo también debía hablar.-

Con esto cierro este bochornoso y desagradable capítulo, dando las gracias a todos y todas las buenas y decentes personas amigas que me han defendido antes las falacias en mi contra, por afirmar que esa persona no puede contar conmigo entre las que votaremos en el Pleno de Abogados del PRM.

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