Más de 14 mil personas se encontraban ayer albergadas en el Este, Noreste y el Gran Santo Domingo, con posibilidades de aumentar debido a los efectos del huracán María.
Durante un recorrido por sectores vulnerables del Gran Santo Domingo fue notorio el trabajo preventivo de las juntas de vecinos y otras organizaciones comunitarias, quienes abandonan sus familias para servir a los demás.
María Báez, de la junta de vecinos del sector Juan Guzmán, en Manoguayabo, Santo Domingo Oeste, se entrega en cuerpo y alma para mantenerse atenta a que 700 familias del lugar salgan a los refugios ante el menor asomo de crecida de la cañada que los rodea.
Llevaba dos noches en vela exhortando a la comunidad a no dormir porque los pronósticos eran de fuertes inundaciones, y que por las experiencias anteriores, en esta ocasión no querían quedar atrapados por las aguas para luego ser rescatados en botes.
Aunque lograron convencer a más de la mitad de los habitantes del lugar de abandonar sus hogares, otra gran cantidad se resistía por temor a que los ladrones aprovecharan la situación para sustraerles lo poco que tienen.
Dos en La Ciénaga. En el sector La Ciénaga, Distrito Nacional, había unas 45 personas albergadas en los salones del Cuerpo de Bomberos y la Casa Comunitaria de Justicia, en la entrada de esa barriada.
Yobany Guzmán, de la Fundación Saneamiento Ambiental de la Ciénaga, Los Guandules, Guachupita y 27 de Febrero (FUCOSAGUCIGUA27), explicó que se tomó la decisión como medida de prevención, ya que esperaban la crecida del río Ozama.
Sostuvo que se tomaron algunas medidas con personas enfermas, adultos, embarazadas y niños, entre ellos una señora que hace dos semanas sufrió un accidente cerebro vascular.
Se trata de María Pérez Perdomo, madre de cuatro hijos, quien hasta hace una semana estuvo ingresada en la Plaza de la Salud, pero su familia se vio precisada a sacarla de ese centro por falta de recursos económicos.
Para Guzmán, el peligro mayor en la Ciénaga está en más de mil familias que habitan Los Farallones, debido a que podrían producirse deslizamiento y provocar serios daños humanos y materiales.
Teme que de producirse un derrumbe en Los Farallones pudiera afectar hasta 40 metros hacia abajo y sepultar todas las viviendas que están debajo.

Coordinadores. Oscar Peña, presidente de la junta de vecinos Los Coordinadores, Sabana Perdida, Santo Domingo Norte, hacía ayer el levantamiento de las personas a ser auxiliadas en caso de emergencia.
En ese lugar, junto a Las Cucarachas, habitan unas 300 familias que tienen que abandonar sus hogares desde que sube la marea del río Ozama. Peña, quien hacía el trabajo junto a las autoridades del Ayuntamiento de SDN, ayer tenía registradas a 134 personas que habían salido de manera voluntaria a casas de familiares y vecinos.
En esa misma labor estaba Ramón Darío Gómez Rodríguez, de la Asociación de Juntas de Vecinos de Sabana Perdida Sur, junto a una comisión del cabildo de SDN que conforman además el regidor Bernardo Candelario y un representante del alcalde René Polanco.
La Zurza. En la Funeraria Municipal del sector La Zurza había albergadas 57 personas de todas las edades, enfermos y embarazadas, del Hoyo de ese barrio, Las Casitas y Los Farallones. Antonio Vásquez Reyes, del Comité Comunitario de Emergencia de la Zurza, destacó el respaldo del Ayuntamiento del Distrito Nacional, Los Comedores Económico y el Plan Social de al Presidencia.
En el refugio estuvieron el doctor Juan Manuel Rodríguez Espinal, director del Área 4 de Salud, acompañado de la doctora Irene Vásquez, del Servicio Regional de Salud, gerente DN Este, supervisando las atenciones de vacunación y chequeo general. La jornada de vacunación contra el Tétano, Difteria y Tosferina la dirigía en el refugio la doctora Nancy Quezada.