La Reserva Federal de los Estados Unidos publicó la semana pasada una nueva serie de pronósticos económicos para los próximos tres años. Los economistas han tratado desde entonces de entender las perspectivas para 2018.
El dilema es el siguiente: Los funcionarios de la Fed elevaron su pronóstico de crecimiento para el año próximo cuatro décimas de punto porcentual, a 2,5 por ciento, lo que excede con holgura el ritmo de 1,8 por ciento que –según ellos estiman– la economía puede sostener a largo plazo.
El índice de desempleo declina solo dos décimos más en el marco de ese robusto pronóstico, a un promedio de 3,9 por ciento en el cuarto trimestre de 2018, muy por debajo de su cálculo de pleno empleo. La inflación se acelera a algo menos de 2 por ciento.
A pesar de todo, mantienen en tres los pronósticos de aumentos de la tasa de interés para 2018, presentados en un cuadro de puntos, con lo que el año terminaría en una gama de entre 2 y 2,25 por ciento.
Con otras palabras, la economía se acelerará mucho más que lo pronosticado por el comité en septiembre, pero la trayectoria de los aumentos de la tasa de interés sigue siendo la misma.
“Las revisiones del pronóstico no son coherentes con la falta de revisión de los puntos”, dijo Torsten Slok, economista internacional jefe de Deutsche Bank AG en Nueva York. “La cantidad de puntos debería haber crecido”.
Jerome Powell, a quien el presidente Donald Trump nominó para reemplazar a la presidenta de la Fed, Janet Yellen, cuando finalice la gestión de esta el 3 de febrero, discutió diversos “desafíos” que crea el cuadro de puntos en un discurso de febrero de 2016, entre ellos el hecho de que son anónimos y que pierden vigencia con rapidez.
Explicaciones. Si el Senado lo confirma, Powell tendrá una oportunidad de hacer algo al respecto en toda revisión que decida realizar de la estrategia de comunicación del banco central. Mientras tanto, los economistas aventuran explicaciones del pronóstico de 2018 para ver si logran que algo cierre.
Hay quienes dicen que la economía puede crecer más rápido sin mucha inflación si de pronto aumenta la productividad. El plan tributario republicano que en la actualidad debate el Congreso genera incentivos para la inversión.
Sin embargo, pueden pasar años antes de que nuevas inversiones deriven en una mayor productividad. Si los funcionarios de la Fed pensaran en verdad que la economía está al borde de un auge, habrían elevado su estimación de crecimiento a largo plazo. No lo hicieron.
Podría ser que más funcionarios de la Fed consideraran que la inflación ahora reacciona menos a los bajos índices de desempleo. En conferencia de prensa, Yellen dio la siguiente respuesta: “Podría pensarse por qué no son más”, haciendo referencia a los aumentos de la tasa de interés, luego de advertir que las estimaciones son una combinación de 16 diferentes perspectivas y no un pronóstico consensuado.
“De acuerdo, el crecimiento es algo más fuerte. El desempleo es algo más bajo. Tal vez eso impulsaría una política monetaria algo más restrictiva”, dijo.
“En contraposición a eso hay una inflación más baja que lo esperado, y podría tener que pasar un período más largo de mercado laboral fuerte para alcanzar el objetivo de inflación”.