BONAO.- Un año y medio de prisión preventiva recibieron cuatro imputados en la muerte a tiros del comerciante Jeffrey Alexander Tavárez.
Entre los acusados figura la pareja del joven asesinado, Daniela Burgos, acusada de la autoría intelectual y quien estuvo ingresada en un centro de salud, tras haber sido agredida por una compañera de celda en el destacamento policial de Piedra Blanca. La mujer de 22 años está embarazada.

El Ministerio Público solicitó que el caso sea declarado complejo.

El general Francisco Rommel López, director de la Regional Cibao Sur de la Policía, explicó ayer que ordenó el traslado de la imputada de 22 años, a la cárcel de mujeres de Piedra Blanca, por su seguridad.
Ahí estaba cuando le fue conocida la coerción.
López sostuvo que las investigaciones continúan porque el caso hay que profundizarlo para que las cosas queden bien claras y se aplique la justicia a los responsables.
La medida fue conocida luego de ser aplazada por tercera vez.
Mientras que los familiares del comerciante asesinado el 23 de abril pidieron que todo el peso de la ley caiga sobre la joven, quien está acusada de contratar a cuatro sicarios para matar a su pareja sentimental, supuestamente para quedarse con la fortuna y las propiedades de la víctima.
Su tía Giselle Payano y una prima que se identificó como Stephanie Güichardo dijeron creer en las acusaciones en contra de Burgos, añadiendo que fue un crimen motivado por la ambición de quedarse con todo lo que él tenía.
Reveló que Tavárez iba manejando y que cuando le dispararon una de las balas impactó una parte del panel del carro, perdió el control y chocó.
“Cuando chocó, los atacantes fueron hasta el carro, abrieron la puerta y siguieron disparándole”, narró la tía de la víctima.