La comunidad de La Joya, a 7 kilómetros del municipio de Guerra, provincia de Monte Plata, está orgullosa de haber creado con su propio esfuerzo una casa-museo que contiene muestras diversas de su devenir histórico llenando con su exhibición una función educativa y cultural.
Durante varios años los “joyeros” se dedicaron a actividades de recolección de fondos con rifas, cenas benéficas y hasta fiestas de motivación en Nueva York para que la diáspora contribuyera a la causa.
También se formularon peticiones directas a varias familias pudientes, sumándose al respaldo las organizaciones de la sociedad civil local, incluyendo las de carácter religioso.
La sede fue construida con el concurso de promotores de obras desinteresados que transformaron el dinero obtenido en colectas en paredes y techo, puertas y ventanas. Los materiales para levantar la edificación y el acarreo que una y otra vez fue necesario, provino también de la colaboración generosa de ciudadanos.
El ingeniero Félix Demóstenes Rosario fue uno de los munícipes más destacados por la magnitud de su contribución, la que hizo posible completar la obra en el momento en que, por falta de recursos, había decaído el entusiasmo.
Rosario es reconocido como uno de los “padres” del museo.
Diversos objetos y numerosas fotografías que han sido enmarcadas reflejan en el museo el pasado de la comunidad, incluidos utensilios y herramientas de las formas de vivir y de trabajar de otros tiempos.