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República Dominicana vive un gran momento, en el cual predomina una población joven en edad de trabajar que se encuentra por encima de la población dependiente (niños y adultos).
Así lo plantearon especialistas en demografía nacionales y extranjeros que analizaron este jueves el impacto de los cambios poblacionales en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en un foro en el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD).
Estimaron que ese bono demográfico se extenderá como máximo hasta el año 2045 para la República Dominicana, por lo que debe ser aprovechado como una oportunidad para invertir en juventud.
Por consiguiente, convinieron en la necesidad de políticas públicas en las que sea priorizado el desarrollo del capital humano y el empoderamiento, en particular de jóvenes y mujeres.
Propusieron invertir en los riesgos que pueden frenar el desarrollo de esos segmentos poblacionales como el embarazo adolescente, las uniones tempranas, la falta de educación sexual integral y la planificación familiar o el acceso a métodos anticonceptivos, de modo que se refuerce en su educación y preparación, para que puedan integrarse a la fuerza de trabajo en condiciones de mayor productividad.
Para alcanzar los ODS y cumplir con el principio de no dejar a nadie atrás, los especialistas también recomendaron políticas públicas que contemplen el continuo curso de la vida (transición entre etapas del ciclo de vida), las actividades humanas por grupo de edades, al igual que los perfiles de producción y consumo de los individuos y su distribución en los territorios.
