Creando la armonía perfecta en la sala-comedor

Creando la armonía perfecta en la sala-comedor

Quienes viven en casas pequeñas tienen que saber “barajar bien las cartas” a la hora de ambientar las estancias. Habitar en un lugar poco espacioso no tiene que ser una traba para que te inspires y crees una vivienda que tenga una decoración armoniosa, funcional y atractiva.
Si, por ejemplo, tienes que integrar la sala y el comedor en una mismo cuarto, es importante que tomes en cuente la dimensión, el estilo, el color, la colocación adecuada de los muebles y los complementos.
Dimensión. Al pensar en la decoración de la sala-comedor, lo primero que debes hacer es tener pleno conocimiento de la dimensión del espacio.
Puedes dibujar en un papel todas las indicaciones de las columnas que sobresalen, anchos y largos de puertas y ventanas, altura del techo… De esta forma, tendrás toda la información necesaria a la hora de comprar los muebles y accesorios, de modo que se ajusten al espacio de la estancia.
Dos espacios, un estilo. Lo mejor es comenzar por conocer con qué tendencia decorativa te identificas.
Si eres más tradicional, apuesta por el “vintage” o el estilo clásico; si te va lo moderno, prueba con el estilo contemporáneo o minimalista o si te encanta lo campestre y natural, el estilo rústico es perfecto para ti.
Acertar con los colores. Además del estilo, debes analizar la gama de colores que quieres usar. Puedes inclinarte por colores de una misma gama cromática o jugar con el contraste de diferentes tonos.
Colocación de los muebles. Es bueno que pruebes la colocación de los muebles de forma que sean funcionales y haya espacio de circulación entre ellos, resultando confortables.
Para que te luzcan mejor los muebles en este espacio compartido, coloca el más grande frente al punto principal de la estancia, y el segundo más grande, como un par de sillones o un sofá para dos a un ángulo de 90° del sofá. Con esto conseguirás crear la forma de una L en la estancia.
Si quieres diferenciar la sala y el comedor, apuesta por colocar alfombras, estantes o el propio sofá, dividiendo el espacio, de esta forma, lograrás que ambos lugares convivan en un mismo sitio, pero dándole a cada uno de ellos su propia esencia.
Pequeños detalles. No te olvides de los complementos decorativos como lámparas, cojines, alfombras, cuadros, plantas… procura que estas piezas armonicen en ambos ambientes.

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