Irak es el cuarto productor mundial de petróleo

Irak es el cuarto productor  mundial de petróleo

FILE - In this Oct. 22, 2015, file photo, workers tend to oil pump jacks behind a natural gas flare near Watford City, N.D. Since Donald Trump took office, America’s exports of liquid natural gas and crude oil have surged, rivaling the likes of Saudi Arabia and Russia. To achieve “energy dominance,” the Trump administration has taken its cues from an unlikely source: the Obama administration. (AP photo/Eric Gay, File)

Irak se está convirtiendo velozmente en un centro neurálgico mundial de petróleo, cobrando importancia en la OPEP después de superar a Canadá este año como cuarto productor mundial en magnitud. Pero el país que sufrió los estragos de la guerra tiene poco que mostrar por su hazaña.
Mientras que a los mercados de crudo les preocupa la capacidad de Arabia Saudita para aumentar la producción en tanto las inminentes sanciones estadounidenses frenan las exportaciones de Irán, Irak silenciosamente ha incrementado los envíos a Asia, Europa y la región mediterránea para compensar los barriles iraníes faltantes.

Irak produce un récord de 4,78 millones de barriles de petróleo por día, anunció el ministro de Petróleo, Jabbar Al-Luaibi. La producción aumentará a 5 millones de barriles diarios en 2019 y a 7,5 millones en 2024, señaló.
La consultora Wood Mackenzie Ltd. pronostica que Irak podría extraer 6 millones de barriles por día para 2025 y que su producción crecerá más rápido que la de todos los países, salvo Estados Unidos en los próximos seis años.

Pese a su riqueza petrolera, Irak carece de un suministro eléctrico estable y tiene problemas para mantener las luces encendidas… y para atraer el tipo de inversión necesaria para crear empleo e impulsar las empresas locales.

“El aumento de la producción es una buena noticia, pero Irak aún no brinda a sus ciudadanos servicios básicos como agua limpia y energía, ni siquiera en Basora, donde se extrae la mayor parte del petróleo”, dijo Ziad Daoud, economista jefe de Bloomberg en Oriente Medio.

La mayoría de los indicadores de Irak fuera del petróleo son poco prometedores.
Las tensiones políticas siguen presentes debido al impasse del país con los kurdos semiautónomos, la sensación de marginación de la minoría sunita y el descontento de la mayoría chiíta con servicios públicos no confiables en su centro meridional de la provincia de Basora.

Los precios del petróleo se han duplicado desde 2016, lo que da impulso a las finanzas iraquíes, pero el índice accionario del país bajó 30 por ciento en el mismo período.
Han salido del país más de US$32.000 millones de inversiones extranjeras directas en los últimos cinco años, de acuerdo con los datos de Naciones Unidas.

Quince años después de que Estados Unidos encabezó una coalición militar para derrocar el régimen de Saddam Hussein, “la gente se siente frustrada por no tener electricidad las 24 horas y porque la infraestructura y la atención sanitaria son mediocres”, dijo Ali Al-Mawlawi, responsable de investigación del think tank Al-Bayan Center de Bagdad.
“La riqueza no se derrama hacia abajo de manera justa y equitativa”, manifestó.

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