Parece una medida extrema y de hecho lo es, pero se logre aplicar o no la propuesta del Ministro de Salud   Pública de limitar la circulación de motocicletas  durante las festividades navideñas como una forma de reducir los siniestros por accidentes de tránsito algo hay que hacer, y no solo en “tiempos pascueros”, para contener la epidemia, pues según las autoridades de cada  diez personas que son ingresadas a cuidados intensivos en la República Dominicana ocho llegan a esa condición debido, precisamente, a los accidentes de tránsito, y de esas ocho más de la mitad se accidentaron  en motocicletas. El doctor Rafael Sánchez Cárdenas sostiene que al igual que en esta época se limita la circulación de vehículos pesados también debería hacerse con las motocicletas, aunque solo sea en las vías más transitadas. “Y no me refiero a los motoconchos; sabemos que ese sigue siendo un transporte muy económico y de uso familiar, pero aquellas personas que se desplazan por las diferentes vías con motocicletas  y transitan de manera temeraria deben tener algún control”. Pero ahí es donde está el nudo del problema: no parece haber  una voluntad firme de controlarlos, de obligarlos a respetar las leyes de tránsito, ni de impedir que utilicen calles, avenidas y carreteras para realizar competencias de velocidad o para “calibrar”, poniendo en riesgo sus propias  vidas y las de terceros. Tan lejos se les ha permitido llegar que solo las medidas extremas, como la que acaba de proponer el Ministro de Salud Pública, pueden ayudar a revertir una epidemia tan vergonzosa como preocupante  como lo son los accidentes de tránsito, por los que la seguridad social pagó en el periodo 2017-2018 la friolera de mil millones de pesos. ¿Quién le pone el cascabel a los motoristas sin ley?