La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) advierte que aunque es si bien es positivo que la pobreza y la pobreza extrema hayan disminuido en varios países de la región en 2017, el ritmo de las reducciones es inferior al observado en años anteriores.
Y dentro de este escenario se encuentra República Dominicana donde en el periodo 2008-2012 se observó una reducción más rápida de la pobreza, del 2012-2015 fue menos y del 2015-2017 aún menor. De 18 países estudiados solo en Costa Rica, El Salvador y el Paraguay, la reducción de la pobreza extrema desde 2015 fue superior a las disminuciones registradas desde 2008.
En México, también el ritmo de caída en el período reciente fue importante, mientras que en el período inmediato anterior se había mantenido sin variación. En otros nueve países, la caída de la pobreza extrema fue inferior a la registrada en alguno de los dos períodos anteriores, y en dos países el período 2015-2017 se caracterizó por un aumento de la pobreza extrema, no observado en los períodos anteriores.
Estos datos se encuentran en el estudio anual de la CEPAL “Panorama Social de América Latina”, que revela que existen dos datos diferentes de la pobreza en el país. Por ejemplo de acuerdo a los datos de la CEPAL según los últimos datos disponibles para el país, la pobreza extrema bajó de 9,2 en el 2015 a 8,4 en el 2016 y la pobreza general de 4,2 en el 2015 a 3,5 en el 2016.
Pero según las estimaciones oficiales (Gobierno) disponibles para el país son que la pobreza extrema bajó de 6,3 en el 2015 a 4,5 en el 2016 y 3,8 en el 2017 y la pobreza general de 30,8 en el 2015 a 28,6 en el 2016 y 25,5 en el 2017.
Las cifras de pobreza calculadas por la CEPAL y las oficiales de los países presentan distintos énfasis y, por tanto, en su cálculo se adoptan criterios diferentes. Explica que las cifras de la CEPAL tienen por objeto reflejar de la manera más comparable posible la realidad regional, en tanto que las cifras nacionales buscan atender de la mejor manera las realidades propias del país. “La reducción de la pobreza extrema y de la pobreza continúa siendo un desafío clave para los países de América Latina en un contexto de cambios sociales, políticos y económicos. Aunque la región logró importantes avances entre la década pasada y mediados de la presente, desde 2015 se han registrado retrocesos, particularmente en lo referente a la pobreza extrema”, explica en su estudio.