De acuerdo a las cifras del Banco Central de la República Dominicana, en el periodo de 2010-2017, los dominicanos residentes en el exterior enviaron remesas familiares formales desde sus países de destinos por un valor de US$36,703.7 millones.
A partir de esa cantidad de remesas enviadas y derivado del estudio del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA), realizado a inmigrantes en Estados Unidos provenientes de 64 países, se encontró el porcentaje de sus ingresos que éstos destinan para el envío de remesas.
Con relación a los inmigrantes dominicanos que viven en territorio estadounidense, dicho estudio reveló que los criollos destinan US$17.64 centavos de cada dólar que les ingresa para enviarlo como remesas.
A partir de esa cantidad de remesas enviadas, y del porcentaje de sus ingresos que destinan para tales fines, aunque el estudio de CEMLA solo se refiere a los dominicanos que residen en los Estados Unidos, hemos aplicado los US$17.64 centavos, a varios países que sirven de destino a nuestro inmigrantes dominicanos.
Con la combinación de los hallazgos de CEMLA y proyecciones empíricas del autor, hemos estimado que el monto de los ingresos de la comunidad dominicana en los países de destinos tuvo un valor de US$208,072 millones durante el periodo 2010-2017, es decir, un promedio de ingresos por cada año de US$26,009 millones, consumo por un valor de US$146,399.4 y una capacidad de ahorro por un monto de US$24,968.6 millones.
Explicación cuadro 2. Jesús A Cervantes González, gerente de estadísticas del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA), dio a conocer el estudio realizado por esa y otras instituciones, hecho en el año 2014 a inmigrantes residentes en los Estados Unidos provenientes de 64 países.
Ese estudio se basó en identificar el por ciento de sus ingresos que estos inmigrantes destinaban para convertirlos en remesas y ser enviadas a sus familias.
A partir de estos hallazgos hemos construido un estimado de la cantidad de remesas, los ingresos, el consumo en bienes y servicios y la capacidad de ahorro de los inmigrantes dominicanos en los distintos países que han elegido como destino para fijar su residencia.
Esto significa que del total de sus ingresos, los dominicanos residentes en el exterior destinan US.17.64 por ciento a las remesas, 70.36% al consumo en el país de acogida y un 12% para el ahorro.
Explicación cuadro 3. A partir de las estadísticas del Banco Central de la República Dominicana del periodo 2010 y 2017, las remesas enviadas por los dominicanos y dominicanas residentes en Puerto Rico, las mismas constituye un promedio de un 2.23% del total recibido en esos ocho años, por un monto de US$818.8 millones. Esto promedia envíos por US$102.35 millones por año.
Derivado de esas cifras estimamos un promedio de ingresos de US$4,640.005 millones, consumo en bienes y servicios por un monto de US3,264.7 y su capacidad de ahorro es de US$556,800.6 millones.
Explicación cuadro 4. A partir de los datos aportados por el censo de Estados Unidos del 2010, que tiene como base la Encuesta de la Comunidad de Puerto Rico, y que es dado a la opinión pública por el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico, referente a las migraciones entre 2016 y 2017, elaboramos un estimado acerca de la movilidad de ciudadanos de origen dominicano.
Lo que intentamos es aproximarnos al estimado de cuántos dominicanos y dominicanas se movieron de sus residencias en Puerto Rico a Estados Unidos, y en sentido opuesto durante esos dos años.
Teniendo esas cifras como soporte estimamos que en el 2016 que unas 598 personas (8%) de origen dominicano pudieron haberse movido de sus residencias de Puerto Rico a Estados Unidos, mientras 13 personas (1.5%) se movieron en sentido opuesto.
Según el censo en el 2016, 89 mil fue la cantidad de personas que migraron de Puerto Rico, mientras que 21 mil se trasladaron desde los Estados Unidos a Puerto Rico, para un movimiento migratorio neto de -68 mil personas entre ambos destinos.
De acuerdo a los datos del censo levantados de la Encuesta de la Comunidad de Puerto Rico, de ese movimiento neto de 68 mil emigrantes, había un (11%) que no nacieron en Puerto Rico ni en Estados Unidos.
Y que de las 21 mil personas que se trasladaron desde Estados Unidos a Puerto Rico el (4%) no nació en Puerto Rico ni en los Estados Unidos.
Siguiendo los mismos parámetros del año 2016, en el 2017 hubo 97 mil personas (censo) que emigraron de Puerto Rico a Estados Unidos, mientras que 20 mil inmigraron desde Estados Unidos a Puerto Rico, para un movimiento migratorio neto de -77 mil personas.
Si le aplicamos los hallazgos del 2016 al 2017, estimamos que de ese 11% las personas que emigraron de Puerto Rico a Estados Unidos, que no nacieron en Puerto Rico ni en Estados Unidos, un (8%) -678 personas pudieran tratarse de ciudadanos de origen dominicano.
Y si un (4%) de los que regresaron de Estados Unidos a Puerto Rico en el 2017 no nacieron en Puerto Rico ni en Estados Unidos, el 1.5% estimamos son de origen dominicano, unas 12 personas.
Explicación cuadro 5. De acuerdo al Perfil de la Población Dominicana en Estados Unidos, elaborado por el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con datos del censo federal del 2010, unas 365,475 casas estaban habitadas por dominicanos, mientras que la cantidad de dominicanos residentes en ese momento en Estados Unidos era de -1,414.703, un (3%) de la población hispana.
De esa cantidad de viviendas habitadas por dominicanos, 85,521 (23.4%) eran propias mientras que 71,228 (83.3%) de estas casas estaban bajo préstamos hipotecarios, lo que indica que entre las viviendas propias y las que tenían préstamos hipotecarios suman 156,749 hogares propiedad de inmigrantes dominicanos.
Explicación cuadro 6. Si una 71,228 (83.3%) viviendas propias habitadas por dominicanos bajo la condición de préstamos hipotecarios (CEMLA 2012) y el (40%) de esas hipotecas eran sustentadas con préstamos de altos riesgos (S. Dónovan) para los hispanos, en el caso de los inmigrantes dominicanos estimamos que unas 28,491 de estas viviendas pudieran haber sido afectadas por las masivas ejecuciones hipotecarias ocurrida en Estados Unidos entre los años 2008 y el 2011.
Sahun Donovan, secretario de la Vivienda de los Estados Unidos, estima que en el referido periodo se registraron 3,5 millones de ejecuciones hipotecarias y que el impacto de la crisis de viviendas ha sido particularmente grave para la comunidad latina.
Si el valor de una vivienda propia de un inmigrante dominicano bajo la condición de préstamo hipotecario era en el 2007 de US$321,500 dó y en el 2011 se depreció en US$214,300 registrando una pérdida de su valor de US$107,200 dólares (33.3%), como calculó el CEMLA, no hay duda que esa crisis convirtió en una pesadilla el sueño de miles de dominicanos y dominicanas en los Estados Unidos.
Estimamos que el monto de las pérdidas de los dominicanos a causa de la crisis inmobiliaria estadounidense pudieran sobrepasar los 3 mil millones de dólares porque, según el secretario de viviendas, el monto total fue de unos US$350 mil millones, afectando severamente a los latinos y a los afroamericanos.