Atentado al Big Papi: caso cerrado

Atentado al Big Papi: caso cerrado

Claudio Acosta

Entonces resulta y viene a ser que David Ortiz, el Big Papi, solo estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado, y además mal acompañado. Atrás deberían quedar las mil y una versiones del hecho y sus motivaciones  que inundaron las redes sociales desde la misma noche del atentado, que demostraron que este es un pueblo con mucha imaginación y, sobre todo, con mucho morbo. Algunos podrán dormir mas tranquilos de ahora en adelante ya que sus nombres no andarán de celular en celular (antes se decía de boca en boca), como un tal César el Abusador, a quien señalaban como el supuesto  autor intelectual por un lío de faldas. Pero la desconfianza y el escepticismo han calado tan hondo en la población, tantas veces desengañada y defraudada por sus  autoridades, que se niega y resiste a creer que los hechos ocurrieron como los describieron  en rueda de prensa conjunta el Procurador General de la República y el Director de la Policía Nacional.  ¿Cómo es posible que confundieran al inconfundible David Ortiz con una persona que se le parece tan poco? ¿Por qué hay tantos involucrados  que se encuentran  presos, que ya lo estuvieron o que deberían estar tras las rejas? ¿Para qué meter a tanta gente, casi una multitud,   en ese expediente? ¿Son todos los que están y están todos los que son? Esas y muchas otras preguntas se quedarán en el aire en un caso que, en lo que se refiere a David Ortiz, las autoridades dieron por cerrado, lo que quiere decir que a medida que pase el tiempo se hablará cada vez menos del tema y de las dudas que rodean su desenlace. Personalmente creo en los resultados de la investigación y que la Policía, con el mayor general Ney Aldrin Bautista a la cabeza,  realizó un excelente trabajo. Pero si yo fuera el Big Papi cuando regrese al país andara “con cuatro ojos” a donde quiera que fuera, o con un par de  guardaespaldas muy bien armados. Por si acaso.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas