2015: emerge un nuevo orden económico mundial

2015: emerge un nuevo orden económico mundial

Dedicado al liderazgo nacional

(Última parte)

En medio de un Nuevo Orden Económico y permanentes cambios estructurales, el mundo se desenvuelve en diversos eventos que cuestionan las políticas accionadas y los inesperados resultados de las mismas. Este artículo bosqueja la situación en la zona asiática, los Estados Unidos y Latinoamérica; que será ampliada en próximas entregas.

En cuanto a Asia, debemos señalar que China, durante tres décadas, creció la increíble suma de un 10% anual. Esta vez, su crecimiento será de 7.3% debido a la disminución en las exportaciones y las inversiones fijas, consecuencia de un nivel relativamente alto de capacidad ociosa. La decisión tomada hace tres años de aumentar el consumo interno para compensar la reducción en sus exportaciones, apenas ha funcionado.

El escenario que vive Japón desde la Década Perdida es similar al europeo, donde los esfuerzos de Shinzo Abe probaron ser inútiles para revitalizar la economía. Los salarios están estancados, las empresas desconfían y están constreñidas con regulaciones ineficientes, la deuda soberana es asfixiante y la demanda no hace intentos de levantar cabeza gracias a un incremento del impuesto de ventas nacional, aumentando las presiones deflacionarias. De hecho, la rentabilidad de los bonos a diez años se encuentra en 0.25%, lo cual indica que los efectos de la década pérdida podrían continuar afectando al país nipón.

Los demás países asiáticos están creciendo adecuadamente, pero por debajo de su crecimiento pre-crisis debido a la situación china. La economía india es un ejemplo. Narendra Modi ha logrado reducir la inflación y el desequilibrio de la cuenta corriente con reformas fiscales sobrias. En el Medio Oriente, la dramática caída del petróleo erosionó las economías árabes ya que los precios no cubren los costos sociales inflados por la última década de precios altos del petróleo. Asimismo, están viviendo las consecuencias de una guerra evitable que ha enfrentado dos vertientes de la religión islámica: Suní y Chií.

Indudablemente, el panorama es complejo. Estados Unidos se perfila como un gran motor económico que tiende a compensar, parcialmente, los múltiples efectos negativos de la economía global. Su crecimiento en 2014 fue satisfactorio y las proyecciones indican un crecimiento mayor al 3%. Aunque existen presiones deflacionarias y extrema polarización política, se espera que la demanda sea incentivada con los nuevos precios del crudo, y que la economía prospere con ayuda de un ajuste moderado de la política fiscal y la continuación de una política monetaria agresiva. No obstante, la apreciación del dólar puede reducir las exportaciones netas. El índice del dólar muestra que, desde julio 2011, el dólar incrementó 28% contra las 16 principales monedas.

La caída del petróleo y de los bienes básicos reduce consideradamente el crecimiento suramericano y mexicano conforme al FMI. Mientras tanto, el desarrollo de América Central y el Caribe ha sido moderado gracias al mejoramiento de las condiciones estadounidenses. Se espera que toda la región ascienda alrededor de un 2.6% puesto que la depreciación incentivará las exportaciones. Países dolarizados como Panamá y Ecuador se verían afectados.

Debido a la estrecha relación que la República Dominicana mantiene con los Estados Unidos, en este año, de grandes incertidumbres, podríamos tener un 2015 con un crecimiento moderado. Sin embargo, a muy mediano y largo plazo, a la luz del nuevo orden económico mundial y su carácter de permanencia, solamente podremos crecer, si imponemos un modelo inclinado a la ejecución de sólidas políticas a favor de la producción, exportación y el ahorro interno, tomando en consideración que las revoluciones digital, gerencial y energética en Estados Unidos han puesto a México, Centroamérica, en condiciones ventajosas de competir con Asia, así como Santo Domingo, si logramos:

1. Crear al igual que en Asia, zonas especiales que eliminen los sobreprecios de energía y transporte de carga para ser competitivos.

2. La creación de salarios mínimos diferenciados que reflejen los distintos costos de vida.

3. Construcción del Puerto de Manzanillo que nos pone a dos días de la costa Este.

¡Sí podemos!

Investigadores Asociados:

-Iván Kim

-Rodolfo Namnum.

 

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