50 años del mayo del 68

50 años del mayo del 68

En este mes de mayo se conmemoran los 50 años del más importante y vasto movimiento de masas en toda la historia de Francia. Contrario a la idea que se ha creado en torno a ese movimiento, este no fue exclusivamente estudiantil, juvenil y cultural, como en sentido general muchos han querido presentarlo. Fue la confluencia de estos sectores con el movimiento obrero de ese país, de la intelectualidad y de diversos sectores de las capas medias. La chispa que sirvió para su estallido se produjo en la Universidad de Nanterre, teniendo como inicial epicentro el Barrio Latino de París, y su escenario principal fueron los centros fabriles y las calles de otras ciudades francesas.
Pero, el mayo del 68 no puede ser reducido los escenarios arriba referidos, ni mucho menos a ese mes, específicamente. Durante el año 1968 se produjeron acontecimientos de una importancia tan significativa como el producido en Francia, que permitieron que el movimiento se expandiera en varios países de Occidente y que mantuviese su impacto en esos países prácticamente hasta mediado de los 70. Entre los grandes acontecimientos ocurridos en el 68, se destacan la intervención de las tropas soviéticas en Praga, un hecho que algunos sociólogos catalogan de mayor significado histórico que la referida revuelta; también la masacre estudiantil en la plaza del zócalo en México, la protesta de los atletas negros en las olimpiadas en ese país que estimuló al partido Black Panthers.
En ese año se incrementaron las guerrillas en América Latina uno de ellos, que, como los Tupac Amaru, produjo al hoy emblemático ex presidente Pepe Mujica, se originaron las guerrillas urbanas en algunos países europeos, entre las que se destaca las llamadas Brigadas Rojas que asesinaron al dirigente democristiano Aldo Moro, favorable a un Compromiso Histórico entre los partidos Comunista Italiano y la Democracia Cristiana. Igualmente, previo al estallido del mayo 68, ya se había producido un robusto crecimiento de la clase obrera en Italia, Francia e incluso en España, del cual no puede desligarse el papel de los partidos comunistas y socialistas de esos países.
En ese año, al apoyar la intervención soviética en Checoslovaquia Fidel Castro se alineó monolíticamente a la URSS, acentuándose la confusión y dispersión del movimiento comunista y el distanciamiento de la juventud estudiantil y trabajadora de los partidos de ese movimiento y de algunas centrales sindicales que participaron del embrujo de la revuelta del mayo del 68 iniciado en Francia y extendido por todo Occidente. Sin embargo, erróneamente, varios autores no reconocen el impacto de esa revuelta. Algunos, de sus principales dirigentes, algunos conversos, dicen que lejos de producir cambio, el movimiento produjo el individualismo y la atomización de la izquierda de los 80. Hobsbawan, incuestionable, lo insinúa y dice que en el movimiento de mayo se produjo el triunfo del individuo sobre una sociedad en su momento sumamente conservadora.
No obstante, como dice Kristian Ross, la revuelta estimuló la lucha contra la agresión imperialista a Vietnam, la resistencia contra regímenes de fuerza en casi todo el mundo, y el espíritu de rebeldía en vastos sectores progresistas y de la juventud. Es parte de su gran legado.

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