El ISFODOSU apuesta por la calidad de sus egresados

El ISFODOSU apuesta por la calidad de sus egresados

El Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (Isfodosu) concentra todos sus esfuerzos en elevar la calidad de los futuros docentes que se forman en esa casa de altos estudios.
Y desde esa perspectiva la meta que tiene el equipo de rectoría es convertirlo en la institución de referencia en la formación de maestros en la República Dominicana.
El doctor Julio Sánchez Maríñez, su rector, destacó sin embargo que los aportes de la institución al sistema educativo nacional no son inmediatos porque un maestro no se forma en dos años ni en tres meses.
“Quizás esta sea la institución del sistema educativo que no está respondiendo a variables de coyuntura, porque no se forma un profesional en tres meses, y por eso la apuesta a la calidad empezamos a apuntalarla sobre fortalezas que ya teníamos”.
Para lograr ese objetivo los estudiantes desarrollan una jornada de tiempo completo, de 8:00 de la mañana a 4:00 de la tarde, en los seis recintos ubicados en Santo Domingo, Santiago, San Juan y San Pedro de Macorís.
Esa metodología permite que el alumno dedique más tiempo a los estudios, y sobre todo que realice en el transcurso de la carrera 760 horas de pasantía en distintas escuelas del país.
“Cuando salgan del Isfodosu serán docentes noveles pero ya han sido expuestos a las aulas”, dijo Sánchez Maríñez al destacar que la entidad quiere establecer un nuevo paradigma en la formación de maestros.
Sin intermediación política. Pero antes de su ingreso los aspirantes tienen que tomar una serie de pruebas de competencia, que de no aprobarse se les ofrecen pruebas propedeúticas como alternativa.
Sánchez Maríñez precisó que, aunque el Isfodosu es una institución del Estado, allí solo se ingresa por los méritos estudiantiles, no por recomendaciones políticas.
“Ningún senador, ningún alcalde ni diputado puede entrar a un estudiante, porque obligatoriamente hay que pasar las pruebas de admisión”, refirió durante su participación en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio.
El pénsum de Isfodosu. Rosa Kranwinkel, vicerrectora académica de la institución, expresó que los planes docentes están enmarcados en los perfiles del Ministerio de Educación y del Ministerio de Educación Superior.
“Por lo tanto, nuestra formación tiene que abocarse a ese perfil; pero diseñamos cinco competencias fundamentales”.
Estas competencias abarcan el de desarrollo sociocultural, interpersonal, profesional, pensamiento crítico y reflexivo, y actitud comunicativa, afirmó la educadora.
Sin embargo, destacó que la formación de los estudiantes de ese centro va más allá de las herramientas convencionales que requieren para la enseñanza del aprendizaje.
“Queremos formar un maestro solidario, que entienda el concepto de justicia y de bondad”.
Kranwinkel aprovechó la ocasión para anunciar, como un hito para el Isfodosu, que próximamente ofrecerán la carrera de Educación para el nivel secundario, con especialidad en matemáticas, ciencias sociales, lengua española y literatura.

Sánchez visualiza escasa demanda  de maestros a futuro

El rector del Isfodosu, Julio Sánchez Maríñez, visualiza una escasa demanda a futuro de maestros en las escuelas, por lo que entiende que se debe apostar más a la calidad que a la cantidad.
Dijo que existiendo 90 mil docentes con el 60% de los estudiantes en jornada completa la predicción que puede hacer es que el hecho de estar contratando 8,000 nuevos docentes cada año va a empezar a nivelarse y luego a descender de manera progresiva.
“La demanda ha sido de ocho mil maestros cada año, probablemente eso permanezca descendiendo hasta que se complete la Jornada Extendida, se recupere educación secundaria y el crecimiento en la educación inicial. A partir de ahí, la curva va a empezar a descender y probablemente el sistema necesite cuatro mil nuevos docentes, luego tres mil y en unos 7, 8 o 9 años mi estimación es que los nuevos docentes se aproximarán a la cantidad de los que estén en edad de jubilación”, razonó.
Dijo que con una demanda decreciente no ve como se van a insertar 60 o 65 mil estudiantes de educación en el sector público.

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