Prevención a más largo plazo

Prevención a más  largo plazo

El Gobierno fue diligente y oportuno al adoptar medidas de prevención cuando Irma y María eran apenas amenaza. A eso debemos que ninguna de estas dos perturbaciones atmosféricas haya sembrado luto abundante al rozar nuestras costas y dejar saturados los suelos por la persistente lluvia y los desbordamientos de ríos. Sin embargo, hay reparos que hacer, no por la previsión adoptada en ambos casos, sino porque estamos atrasados en cuanto a eliminar focos de vulnerabilidad harto conocidos desde hace mucho tiempo.
Cientos de familias tuvieron que ser desplazadas nuevamente porque las aguas pusieron en peligro sus vidas y hogares. Son los desplazados de siempre. Viven en lugares que se convierten en cauce de aguas impetuosas cada vez que hay lluvias en abundancia. Son evacuados cada vez que las inclemencias del tiempo lo determinan, pero se les deja seguir habitando en el peligro, a merced de potenciales desgracias.
Creemos que el cambio climático y sus dramáticas consecuencia aconsejan que seamos previsores a medio y largo plazos, para neutralizar las vulnerabilidades conocidas, como zonas de Nagua que están bajo el nivel del mar o La Mesopotamia, por citar solo dos ejemplos. Ya se ha hecho con La Barquita. Adaptemos nuestra acción preventiva a las tendencias que nos está imponiendo el inocultable cambio climático.

Debemos  tender la mano a P. Rico

El azote sin tregua de los poderosos huracanes Irma y María ha hecho de la Isla del Encanto una zona de desastre, con sus servicios públicos más esenciales colapsados y fuentes de producción afectadas por serias dificultades. Y todo viene a ocurrir en momentos en que Puerto Rico ya estaba seriamente resentido por profundas dificultades de carácter financiero. Sin duda los puertorriqueños están viviendo momentos muy difíciles, y tenderles la mano nos corresponde como hermanos que también han sabido compartir muchos momentos de alegría.
Hay que escribir una página más en la historia de la amistad y la solidaridad que siempre ha habido entre dominicanos y puertorriqueños. Además se trata de que hemos sido blanco de las mismas dos perturbaciones atmosféricas recientes.

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