Es evidente que el intento de meter gato por liebre durante el discurso de rendición de cuentas ante la Asamblea Nacional no puede ser atribuido al presidente Danilo Medina, que no tiene porqué saber que los puentes peatonales de Puerto Plata cuya reconstrucción anunció están igualitos como los dejaron las torrenciales lluvias caídas en noviembre del 2016. Dirigentes comunitarios de Bajabonico Arriba y Bellaco, pertenecientes a los municipios de Imbert y Altamira, invitaron ayer al Ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, a que les haga una visita para que vea con sus propios ojos cuál es la realidad, y sobre todo para que se informe de primera mano de las vicisitudes por las que están pasando. La directora del Centro de Salud “Mama Malta”, Ramilka Álvarez, explicó al corresponsal de este diario en Puerto Plata que hace algún tiempo los visitaron empleados de Obras Públicas que midieron los puentes, pero de ahí no pasó la cosa porque jamás volvieron. La Supervisora de Salud Pública en Bellaco, Matilde López, contó que hace unos dias una señora murió en horas de la madrugada por que no hubo forma de llevarla a tiempo a un centro de salud en Altamira, una muerte que pudo haberse evitado si tuvieran una vía de acceso a uno de los centros de salud de Imbert, que se encuentra a menor distancia. De todos esos inconvenientes no tiene porqué estar enterado el presidente Medina, pero no puede decirse lo mismo de los funcionarios de Obras Públicas responsables de resolver el problema, pues algunos de ellos han visitado la zona en varias ocasiones prometiendo soluciones que no acaban de materializarse. Y aunque debo repetir que no puede culparse al mandatario, a quien simplemente pusieron a decir una cosa por otra, lo que acaba de suceder con esos puentes peatonales, cuya reconstrucción no debe costar gran cosa, hace que uno se pregunte cuántas mentirillas mas nos habrán metido de contrabando en ese discurso.