Honor y mérito a la mujer dominicana, en el Día Internacional de la Mujer

Honor y mérito a la mujer dominicana, en el  Día Internacional de la Mujer

Los desafíos que enfrenta la mujer en su rol actual reclaman honor y mérito. En nuestros días la mujer, contra viento y marea, ha logrado progresar llenando aulas universitarias y capacitándose no solo por ellas sino, también, por el ejemplo que saben les corresponde dar a sus hijos. El papel de procreadora y de esposa junto al de ama de casa, las han entrenado en “su” multioficio; todo lo que hace este “sexo débil” demuestra cuán extraordinariamente fuerte es. Corresponde al hombre, a la familia a la sociedad y al gobierno reconocer y ejecutar acciones que hagan más fácil, ágil y apreciada la vida de la Mujer que no cesa de demostrar que se esfuerza para ser mejor.
La mujer profesional, en cualquiera de las áreas, merece ser remunerada al igual que el hombre e, incluso, hay que reconocerle que, por sus otras obligaciones en las que todavía no se involucra en justa dimensión el hombre, su esfuerzo es aún mayor. Eso lo sabemos todos. De acuerdo con datos de ONU Mujeres de manera general las mujeres reciben un salario que es del 10 al 30 % menos de lo que se le paga al hombre en igual posición. Contrastantemente no tenemos las mismas posibilidades de recreación porque nos falta el tiempo debido a las “múltiples obligaciones” en las que, en pocos casos podemos contar con nuestro compañero para disponer de más tiempo junto a él y los hijos. Ante la conmemoración de un nuevo Día Internacional de la Mujer debemos reconocer que ha habido avances: hay más mujeres profesionales – en algunas profesiones somos mayorías -; son más las legisladoras, aumenta nuestra participación en política y crece el número de funcionarias. Todo eso es cierto pero no suficiente, aun quedamos lejos de ocupar posiciones en correspondencia con la mitad de la población que somos. Esos espacios debemos ocuparlos porque la sociedad en su conjunto, incluyendo a los hombres, nos reconozca valores y derechos y no por cuotas que, en definitiva, no dejan de contener discriminación. Fórjense oportunidades para la formación y desarrollo de la mujer y rompamos con esos lastres sociales que aun aparecen y que contribuyen a presentar una imagen caricaturesca de la mujer.
Felicidades a la Mujer por sus logros y promovamos el respeto eterno y permanente a todas las que se crecen frente a tantas dificultades. Orgullosa estoy de mi madre, de mis hijas por ser ejemplos y de todas esas otras madres e hijas que llenan de alegría nuestros días.

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