Según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, Emergencia se define como: suceso o accidente que requiere auxilio inmediato.
Siendo así, nos sorprendimos cuando acudimos al servicio de emergencia 9-1-1 y cuando el equipo logró llegar a mi casa, con un amplio retraso, lo primero que hizo el paramédico que nos dio los primeros auxilios fue preguntarnos y hacer que le mostrásemos nuestro seguro médico.
La Constitución vigente en la República Dominicana establece en su artículo 61 sobre el Derecho a la salud que toda persona tiene derecho a la salud integral y en consecuencia dice el numeral 1) El Estado debe velar por la protección de la salud de todas las personas, el acceso al agua potable, el mejoramiento de la alimentación, de los servicios sanitarios, las condiciones higiénicas, el saneamiento ambiental, así como procurar los medios para la prevención y tratamiento de todas las enfermedades, asegurando el acceso a medicamentos de calidad y dando asistencia gratuita a quienes la requieran”.
Observando este artículo de nuestra Constitución, no se llega a comprender cómo una brigada del Servicio de Emergencia 911 se atrevió a solicitarnos la presentación del carnet del seguro médico para iniciar los primeros auxilios que habíamos solicitado a través de la vía telefónica.
Pero, además, el tiempo que duró el 911 en llegar a mi casa, y las vueltas que dan para iniciar esos primeros auxilios, si nuestro caso hubiese sido más grave, no lo tuviésemos contando.
Nunca perdimos el conocimiento y logramos llegar al teléfono. Y contestar pacientemente un largo cuestionario al que fuimos sometidos.
Consideramos, contrario a muchos, que no es verdaderamente tan eficiente el Servicio de Emergencia 9-1-1. Y que me perdone don Gustavo Montalvo.