GASCUE Génesis, desarrollo, decadencia y transformación

GASCUE Génesis, desarrollo,  decadencia y transformación

El nombre de Gascue aparece signado por primera vez en el Plano de la ciudad de Santo Domingo y parte de sus alrededores, de William Walton Jr., dentro de su obra Estado actual de las colonias españolas, de 1810, cuando el sitio contra los franceses realizado por la armada británica bajo las órdenes del Mayor General Hugh Lyle Charmichel. Y aparece “Gasque”, ubicado encima del primer farallón de la costa al oeste del poblado de San Carlos, sin señales de construcciones o de algún asentamiento primario. De manera que no se trata de un enclave preliminar sino de una zona o territorio que habría respondido a ese nombre. No vuelve a aparecer hasta casi cien años después en el plano de 1900 realizado por Casimiro N. De Moya, en el que no es un sector urbano sino una gran parcela a la altura de donde hoy está el Banco Central. En planos precedentes al de 1810, por ejemplo, en el Plano General del Recinto y Obras Proyectadas para Fortificar la ciudad de Santo Domingo, realizado por los franceses en 1805, no aparece el nombre de Gascue. Tampoco se menciona en el llamado Plano de Dessalines, del mismo año. En ambos planos ya está, sin embargo, una hacienda que se hace persistente en toda la cartografía del siglo XIX y que corresponde a “Cabral” y que se podría ubicar en los alrededores de lo que entendemos hoy como Gascue. Como podremos observar, en los siguientes planos no aparece ningún vestigio del nombre de Gascue: 1) 1811, Plano de los alrededores de Santo Domingo con las posiciones y atrincheramientos de las revueltas; 2) 1818, Plano de la ciudad de Santo Domingo. Procede de los Archivos Diplomáticos Franceses;3) 1846, Plano de la ciudad de Santo Domingo y sus alrededores, de J. B. Lemmonnier Delafosse; 4) 1858, Plan de la ciudad de Santo Domingo y de suyos contornos, de Robert Schomburgk; 5) 1888, Carta de la comune de San Cristóbal, de H. Thomasset,
Al describir la ciudad de Santo Domingo y sus alrededores, ninguno de los viajeros que la recorrieron en el siglo XIX hace mención de Gascue. Las rutas de atractivos que existían eran dos: la playa de Güibia y las cuevas de Santa Ana y para llegar a ellos existían dos caminos de muy malas condiciones que marcaron la actual ruta de nuestras avenidas que parten hacia el oeste desde el parque Independencia.
Desde esos años existía un tramo del tranvía tirado por mulos que salía desde los alrededores de la Puerta del Conde en la misma ruta de la actual avenida Independencia. El viajero nunca veía la costa, hecho que se logró, muchos años después, el 23 de febrero de 1936, cuando el Ing. José Ramón Báez López-Penha cumplió con la orden del dictador de diseñar, trazar y construir el paseo del litoral, hoy Av. George Washington. Esta vía, de una trascendencia extraordinaria para la ciudad, permitió la apropiación pública del frente marino, el cual siempre había estado vedado por las propiedades de particulares que la ocupaban desde la franja que colindaba con la avenida Independencia.
Mucho antes de que esta zona colindante fuera destinada para las llamadas estancias, ya en los planos de los siglos XVII, XVIII y principios del XIX seseñalan distintas ocupaciones. En el “Plano de las defensas de la ciudad de Santo Domingo y sus contornos”, de 1619, se observan algunas marcas de edificaciones; en el plano del Servicio Geográfico del Ejército, de Madrid, de 1777-1790, aparece marcada ‘La Alameda’ colindante con el ‘Camino de los ingenios’; en el de ‘Dessalines’, de 1805, hay propiedades destacadas al lado norte del ‘Gran camino de Azua, Haina y Neiba’. Lo mismo que en el plano de 1858, llamado de ‘Schomburgk’, aparecen demarcaciones a ambos lados del antiguo ‘Camino Real de Azua’ mucho antes de que surgieran las denominadas ‘estancias’.
En la cartografía disponible anterior a 1900 se marcan pocas propiedades en esa franja norte del camino de Santa Ana. En el mencionado ‘plano de Schomburgk’, de 1858, solo se observan La Generala (la famosa propiedad que perteneció a la viuda de Juan Sánchez Ramírez, doña Josefa Delmonte), el mencionado Cabral y el poblado de San Carlos. En el de Thomasset, de 1888, se señala a San Carlos y mucho más al norte un pequeño paraje llamado ‘Bella Vista’. Anteriores a estos dos planos no se observan asentamientos ni propiedades importantes en la zona que hoy ocupa Gascue. De manera que todo parece indicar que Gascue obtiene su ‘carta de nacimiento’ en el Plano de la ciudad y contornos de Santo Domingo, realizado en 1900 por Casimiro N. De Moya, donde se demarca una propiedad con el nombre de ‘Gazcue’, muy al noroeste y que, de acuerdo a las informaciones del Ing. Antonio Guerra, pertenecía al propio De Moya. Es el propio cartógrafo quien publica un mapa en 1905 donde ya se considera a Gascue como una zona suburbana a la cual se accedía por el camino de Santa Ana.
En distintos documentos de principios del siglo XX se hacía mención constante de varias quintas o chalets dentro de las estancias diseminadas al oeste de la ciudad y que fueron el germen de la urbanización de toda esa gran zona. Según se ha señalado, la primera de todas fue la que perteneció a Harry Gosling Smith, cónsul honorario de la Gran Bretaña.
Es importante señalar las condiciones que permitieron que la ciudad de Santo Domingo expandiera sus límites más allá de las murallas antes de 1900:
1) El Tratado de paz, amistad, comercio, navegación y extradición entre la República Dominicana y la República de Haití, del 8 de febrero de 1875, que puso fin a las incursiones militares de Haití y abrió una nueva era de tranquilidad entre las dos repúblicas.
2) Inicio de la era del azúcar e instalación de ingenios azucareros cerca de la capital a partir de 1870, lo que generó aumento de población y un comercio dinámico anteriormente desconocido.
3) Incremento de las exportaciones y cambio en la economía, en particular con la hegemonía de la caña de azúcar sobre el tabaco. Esto tiene consecuencias en la concentración de inversiones y crecimiento de una pequeña burguesía en Santo Domingo, mayor que la que existía en Santiago. (Hoetink, 2006: 28).
4) Aumento considerable de la población y saturación del territorio intramuros. En 1883 se hicieron las primeras perforaciones a las murallas y en 1884, de acuerdo al trazado de J. M. Castillo, se proyectó el sector de Ciudad Nueva, por iniciativa del Ayuntamiento. El 2 de febrero de 1891, una resolución municipal prohibió toda circulación a través de la Puerta del Conde (Moscoso, 1956: 120) y en cambio, se utilizó la nueva apertura por el empalme de la Av. Independencia con Arz. Nouel y por la apertura de la calle Las Mercedes.
5) El ideal de progreso que caracterizó a la sociedad dominicana de las últimas décadas del siglo XIX y que fue impulsado por el período de paz otorgado por la dictadura de Ulises Heureaux.
6) Las transformaciones que se habían dado en ciudades europeas, en particular, París y Barcelona, reflejos del apogeo de la Revolución Industrial que transmitía mensajes de modernidad en todos los órdenes. A eso hay que incluir las Exposiciones Universales, en particular, la Exposición del IV centenario del descubrimiento de América, realizada en Madrid, en 1892, donde la República Dominicana tuvo una participación importante. (Cubero Barantes).
7) El proceso de demolición de las murallas coloniales en el Caribe, que marcó una nueva dimensión de la idea de ciudad que rompía con el criterio de “protección” para dar paso el de “apertura y expansión”.
Estos puntos concentran las variaciones que se dieron en el orden político, social y económico que impulsaron una ocupación estable del territorio extramuros de Santo Domingo a fines del siglo XIX.

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