En Galería Mamey ¡EL RETORNO DE UN CHEPE RESETEADO!

En Galería Mamey ¡EL RETORNO DE UN CHEPE RESETEADO!

Con su expo “RESET”, Rafael Pérez-Chepe-, reformula con admirable efectividad una propuesta pictórica de apasionado y sutil espíritu abstractogeométrico, invocadora del signo arquitectónico y los ámbitos intemporales de la subjetividad, facturando sus obras recientes con una imprevista intensidad lírica, un expansivo caudal metafórico y un mayor potencial de trascendencia discursiva…

En la sala de exposiciones del Centro Cultural Mamey (calle Mercedes 315, Ciudad Colonial) el incondicional Rafael Pérez-Chepe-, exhibe un apretado extracto de su obra reciente, bajo un título impecable por su delicioso minimalismo retorico: “RESET”, término anglosajón (verbo/sustantivo) que se reactiva desde los territorios abisales de la tecnoelectrónica, los sistemas comunicacionales digitales, el software y las cartografías cuánticas del hipermundo. El resetear y lo reseteado, implicarían reprogramar, reajustar, reiniciar, restablecer, volver a encajar, renovar…
Curada e instalada por el arquitecto Eddy Guzmán, “RESET” es la octava exposición individual de Rafael Pérez-Chepe-, un creador polifacético con una propuesta estética abierta que se reafirma constantemente desde su competencia creativa y cuyo itinerario productivo y expositivo he tenido la dicha de atender discretamente desde su iniciática “Sombras & Lunáticos” en los medievales y añorados espacios de Casa de Bastidas (1999).
Desbordado en su apuesta a la sutileza de contrastes. Preclaro en la factura. Efusivo a la hora de la taumatúrgica capacidad de seducción que impregna a sus superficies y sus achispados recintos de atmósferas y cromatismo apastelados. Así ha vuelto ahora el Chepe “reseteado” y afilado en posesión de una dicción plástica radicalmente abstracta, bastante más distante, tamizada y sugestiva que el ensayo desplegado en su muestra “Estaciones Nómadas” que le organizara el Centro Cultural de España en Santo Domingo (2015).
Se trata de una dicción visual autocrítica y especializada. Una propuesta estética que matiza el protagonismo efectista de una elemental planimetría geométrica, las conjunciones sincrónicas, asincrónicas y automáticas del ángulo; los juegos de paralelas e intersecciones de verticales, horizontales, diagonales y transversales a través de la cual Rafael Pérez-Chepe- llega a materializar y suscitar la fascinante percepción de des-equilibrio espacial y cromático; la traslucida fluidez de la superficie y un progresivo instante liberador en los aspectos del diseño y resolución del espacio visual.
En efecto, basada en los flexibles y cinéticos entrecruces de líneas, planos y espacios geométricos, así como en las politonales y polirítmicas variaciones del color-luz, características particulares de las propuestas posmondrinianas y “elementalistas” que desarrollaron de forma insuperable vanguardistas brillantes y emblemáticos del siglo XX como el holandés Theo van Doesburg (1883-1931), los alemanes Friedrich Vordemberge-Gildewart (1899-1962) y César Domela (1900-1992) y el francés Michel Seuphor (1901 1999).
El cuerpo expositivo de “RESET”, está integrado por 8 pinturas en acrílico sobre lino, reforzado por un impactante políptico instalativo, compuesto por 17 trabajos pictóricos en técnica mixta que patentizan la efectividad de un sensible, imprevisto y auspicioso repertorio sígnico-recursivo en el universo visual y la práctica pictórica de Chepe-.
Así, con este atractivo cuerpo de obras, Chepe no solo procede a la plena reinicialización de su ardorosa conexión existencial con el sistema pictórico, sino también a la entrega de un vital balance imagético que si bien es resultado de la impecabilidad con que él logra invocar la densa trama de sus propias circunstancias, experiencias y devastaciones ontológicas, asimismo resulta definitivo que estas obras prueban el potencial dialógico que sostiene su producción simbólica reciente.
Ahora bien, algo que Chepe parece haber querido dejar muy claro en su penúltimo “reseteo” estético es que el dogma jamás será su signo identitario a la hora de su “prueba” estética personal. Eso es lo que digo que quiere decir, pero lo que sí afirmo que materializa es la consumación, de manera insólita y preciosa, del mito atemporal e inextinguible entre arte, vida y obra…
¿Acaso no es Chepe uno de los más legítimos baquianos del arte dominicano contemporáneo? Un “Returner”. Un jovial y carismático alucinado. Un auténtico nómada del siglo XXI. Viajero atento, ligero y fraternal. Un fugitivo de estos distopicos instantes de la autofagia, la poshumanidad y la fiesta del Cyborg deslumbrado, atraído insaciablemente por la imaginación y la reflexión crítica sobre las problemáticas estéticas, políticas y socioculturales que abordan de manera lúcida y frontal las prácticas artísticas contemporáneas.

SINTESIS DE RAFAEL PEREZ-CHEPE-

Rafael Pérez Concepción nace en Santo Domingo el 29 de enero de 1975. Realizó estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Santo Domingo; en Altos de Chavón/la Escuela de Diseño y en la New York Studio School of Drawing, Painting and Sculpture. En 1999, presenta su primera exposición individual “Sombras & Lunáticos” en la Casa de Bastidas. En 2001 presenta dos exposiciones simultáneas bajo el título “Corn Fake” en el Centro Cultural de España y el Museo de la Familia Dominicana. En 2004, la curadora Tanya Tobal (+), organiza su exposición “Obras Recientes” en la Galería El Espacio. En este mismo año, en el Centro Cultural de España presenta su obra “Metro de Santo Domingo”, la cual consistía en un mapa mural de un hipotético sistema de metro urbano dominicano con un desplegable que señalaba los principales sitios de interés de la ciudad de Santo Domingo.
Rafael Pérez-Chepe- es un reconocido gestor cultural y un activo miembro del cuerpo diplomático dominicano, entre cuyas principales actividades destacan la organización de varias exposiciones colectivas de arte dominicano contemporáneo, presentadas en importantes museos, galerías y espacios culturales de ciudades europeas como Berlín, Ámsterdam y Londres. En 2006, recibe una mención de honor en el XXI Concurso de Arte E. León Jimenes por su obra pictórica titulada “Aves no voladoras”. Ha vivido y ejercido funciones diplomáticas en ciudades como Nueva York (EE. UU.), Orvieto (Italia), Barcelona (España), París (Francia, Nueva Delhi (India) y Berlín (Alemania), donde trabaja y reside en la actualidad.

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