El Nacional, una institución del país

El Nacional, una institución del país

Más que un periódico, El Nacional es una institución de la nación dominicana. Inaugura la prensa vespertina moderna y hace escuela con la práctica del periodismo de análisis y contextualizado. Desde su nacimiento, el 11 de septiembre de 1966, se convirtió en el más exigente, persistente y audaz defensor de los Derechos Humanos de los ciudadanos y ciudadanas. Nunca ha renunciado a esta bandera, ni siquiera en aquellos días difíciles y cuasi dictatoriales que siguieron a los primeros años de su aparición. Por eso, celebrar hoy los 52 años del nacimiento de esta fortaleza del periodismo dominicano es una ocasión para el regocijo, para la alegría democrática y para aplaudir el valor que tiene en una sociedad la libertad de prensa.
Quien quiera asomarse a la historia de los Derechos Humanos en la República Dominicana post Trujillo, sobre todo después de la Guerra de Abril de 1965, tiene, necesariamente, que ir a las páginas del vespertino El Nacional. Allí encontrará el desvelo, la sensibilidad, la acuciosidad de sus reporteros, los análisis oportunos y los vibrantes, inteligentes y valientes editoriales de su director-fundador, el eximio poeta Freddy Gatón Arce. Hay que decir que ante los desmanes del poder que nos gobernó entre 1966 y 1978, El Nacional hizo el papel del necesario contrapoder político que llevó ciertos niveles de equilibrio a la sociedad de entonces, levantando un muro de contención ante la violencia, las muertes, las desapariciones, los encarcelamientos arbitrarios y la purga que desde el Norte imperial se dirigió contra revolucionarios de izquierda.
La sociedad dominicana ha tenido en El Nacional, desde su fundación, un acompañante en el desarrollo del zigzagueante y lento proceso democrático. Sus directores, Freddy Gatón Arce, Rafael Molina Morillo, Mario Alvarez Dugan, Radhamés V. Gómez Pepín, y en estos tiempos Bolívar Díaz Gómez, han sabido, con su vocación de trabajo y su inteligencia periodística, mantenerlo en las líneas de sus propósitos iniciales.
Su propietario, el empresario José L. Corripio Estrada, ha velado siempre para que El Nacional siga siendo el diario que nació y se ha mantenido como un defensor acérrimo de los Derechos Humanos de los dominicanos y como baluarte de la democracia.
Saludamos, pues a ese gran diario y a todos los que ofrendan inteligencia, recursos económicos y gestión administrativa para hacerlo posible cada día.

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