El liderazgo de Leonel Fernández

El liderazgo de Leonel Fernández

SAMUEL SANTANA
Es evidente que el doctor Leonel Fernández Reyna ha logrado establecer un liderazgo sólido no sólo dentro de su partido, sino en el corazón mismo del grueso de la población dominicana.

Quién hubiera pensado que ese joven que asomó cara por primera vez en el 1990, acompañando al profesor Juan Bosch como candidato a la vicepresidencia en las elecciones de ese año, hoy, dieciséis años más tarde, pasara a ser la figura política de mayor gravitación en la vida nacional? Sobre todo, que enfrentó el desafío de tener que aventajar a muchos de los miembros del Partido de la Liberación Dominicana con una trayectoria mucho más larga y con una gravitación de más peso dentro de la organización.

Aunque el recelo estuvo presente en muchos de ellos, era indiscutible que su carisma, capacidad y destreza obligaban a que se formara un proyecto político teniéndolo a él como capitán y guía.

De no haber sido por lo que todo el mundo sabe que ocurrió en el 1990, desde entonces Fernández hubiese empezado a tener incidencia directa sobre los destinos del Estado.

Pero era evidente que el joven político ya estaba en la mira no sólo del país, sino de un Joaquín Balaguer, quien lo usó como pieza clave para cerrar el paso al doctor José Francisco Peña Gómez, principal contrincante en el momento por el despojo de los dos años de gobierno.

En detrimento del candidato oficial del Partido Reformista, Jacinto Peynado, Balaguer invitó a Leonel al Palacio Nacional para expresarle la estrategia y las intenciones que tenía.

Por lo visto, la transferencia de reconocimiento que hizo a su favor el liderazgo viejo, la desaparición de ese mismo liderazgo fuerte y las ventajas que ha tenido en términos comparativos sus gestiones con las del Partido Revolucionario Dominicano, han sido los elementos vitales para el crecimiento de su simpatía.

Del 1996 al 2000 el joven mandatario logró realizar una gestión que hablaba de su capacidad de estadista y de su vigor intelectual.

La gestión realizada por Hipólito Mejía, del 2000 hasta el 2004, lo único que hizo fue llamar la atención de forma más valorable sobre la trayectoria y capacidad de Leonel Fernández para seguir dirigiendo los destinos del país.

Y la realidad es que a dos años de estar al frente de la cosa pública nueva vez, Leonel ha logrado no sólo estabilizar el comportamiento económico de la nación, sino que ha estimulado su crecimiento y desarrollo. Lo demuestra la tasa del dólar, el precio de los productos de primera necesidad, la inversión extranjera, la reposición de puestos de trabajo y la reducción inflacionaria.

Fruto de todo esto, Fernández cosecha índices muy favorables.

La última encuesta Gallup-Hoy establece que más de la mitad de los electores está de acuerdo con que él sea el candidato para las elecciones del 2008. Lo mismo ocurre con los miembros de su propio partido, cuyo 88% quiere que repita ese año.

También cuenta con una amplia aprobación positiva muchos de los renglones de su gestión. Al citar el caso de los viajes, el 60.1% de electores considera que éstos han traído beneficios al país.

Sin embargo, todo esto debe constituirse en una especie de motivación para que Fernández siga atacando muchas cosas que requieren de corrección y de atención en el país. Todavía sigue siendo un talón de Aquiles el problema de la energía eléctrica y el descuido de la salud pública.

A esto se suma una cierta debilidad en las instituciones con la existencia de la corrupción, el gasto sin control y la implementación de obras sin presupuesto y sin planificación previa.

Hay otros aspectos donde él debe dejar sentir la fortaleza del Gobierno, como es el control de la ola de violencia y delincuencial que se ha desatado en la nación y que coloca a los ciudadanos en condición de impotencia y pavor.

La permanencia en el poder y la consolidación de un liderazgo depende virtualmente en su totalidad de la capacidad que se tenga para dar respuestas efectivas a las necesidades del pueblo y la solución de los problemas.

La simpatía está íntimamente relacionada con la eficiencia.

Y hay muchos elementos que batallan en su contra.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas