Huyendo de la represión. Entre 1939 y 1940 llegaron a República Dominicana más de cuatro mil españoles, refugiados que huyeron de la ola de violencia y la represión que desató en España el fin de la Guerra Civil.
La mirada inquieta de un niño de apenas seis años de edad es la puerta de entrada a las vivencias de toda una generación que vino al país huyendo de la represión y abusos que se vivían en España, tras la Guerra Civil.
El retrato de Juan Antonio Bernabe Gil Argeles, hoy un anciano de 75 años, fue escogido como icono de la exposición Más fuerte que la muerte, que recoge la historia de los casi 4,000 refugiados que llegaron al país entre 1939 y 1940.
La vida de Juan Antonio, hijo de un agricultor y una modista, sirve de hilo conductor a la muestra, que se elaboró con testimonios, fotos y recortes de periódicos de la época. La exposición, compuesta por 48 paneles, se exhibe en el Archivo General de la Nación (AGN) desde agosto pasado, donde permanecerá hasta finales de diciembre.
La llegada. La mayor cantidad de refugiados españoles llegó al país distribuida en tres barcos: El Cuba, Flandre y De La Salle, este último abordado por Gil Argeles y su familia.
Además de tierras y otros espacios donde desarrollarse y dejar huellas en la cultura dominicana, los refugiados españoles encontraron en el país las limitantes y métodos de opresión que imponía la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.
Por eso, mientras muchos optaron por mantener un bajo perfil y no emitir sus juicios y opiniones en público, otros se destacaron por sus ideas revolucionarias y gran incidencia en la política.
Ese fue el caso de la familia Gil Argeles, que incluso tuvo que permanecer separada por varios años. Finalmente, el joven Juan Antonio se quedó en el país, donde estudió ingeniería Civil y se casó con una santiaguera, con quien procreó su descendencia.
La imagen. Luego de que en 1937 la imagen internacional del trujillismo resultara afectada por la matanza de haitianos, el dictador se interesó en firmar acuerdos que calmaran el furor de las críticas a su gobierno.
Así, acordó con el gobierno republicano recibir hasta 100 mil refugiados españoles a cambio de la entrega de un millón de dólares. Otros países que firmaron este acuerdo para recibir refugiados de la Guerra fueron México y Chile.
A pesar de que la mayor parte de los exiliados eran profesionales del Derecho, Ciencias Políticas, Letras y y Música, Trujillo los distribuyó en siete colonias agrícolas de las antiguas provincias Libertador, Monseñor Meriño, El Seibo, Trujillo y Benefactor. Con esto, el dictador pretendía librar a la descendencia nacional de los rasgos de raza negra.
Sin embargo, rápidamente los refugiados se destacaron en varios aspectos de la vida social dominicana, en la que adquirieron gran protagonismo. Algunos de los pensadores que vinieron como refugiados son María Ugarte, Jesús de Galíndez, Manolo Pascual, Ángel Botello, Eugenio Granell y Federico García Lorca. Entre sus más notables aportes está la fundación del Instituto de Geografía, la Orquesta Sinfónica Nacional y varias cátedras de Derecho y Literatura en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
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Un recorrido
Un recorrido por la exposición Más fuerte que la muerte permitirá al visitante observar un despliegue de fotografías de los años 30, tanto del país como de España, y especialmente de los campos de concentración que se instalaron al sur de Francia. En los más curiosos, provocará el deseo de conocer más sobre los aportes culturales de los migrantes.