A EE.UU. se le está haciendo
tarde con Latinoamérica

A EE.UU. se le está haciendo<br/>tarde con Latinoamérica

JUAN TERRERO PEREZ
En los últimos meses funcionarios y exfuncionarios de altos niveles de los Estados Unidos han expresado su preocupación por el giro que ha venido produciéndose en países de América Latina, donde por vías electorales han llegado al gobierno personalidades identificadas con la corriente socialista.

En visita que realizó recientemente a la República Dominicana el aliado español de los Estados Unidos, José María Aznar, también externó su preocupación por la situación que se viene haciendo norma en Latinoamérica con la llegada de socialistas al poder político en sus respectivas naciones.

Los Estados Unidos pudieron mantener su hegemonía en los países latinoamericanos durante los años del período denominado “de la guerra fría”, época en que el coloso del Norte apadrinó una serie de regímenes de opresión, en los que dictadores cometieron todos tipos de tropelías bajo el amparo de los estadounidenses.

Además de esa política de opresión y exterminio en que miles de jóvenes latinoamericanos que aspiraban a mejores condiciones de vida fueron sacados de circulación, se desarrolló una política de saqueo de las riquezas de los países oprimidos.

Pero los tiempos han venido cambiando y, con ello, las mentalidades de la gente que ya no cree en mensajes publicitarios mediáticos, y la realidad también ha venido dando de frente a los opresores.

Durante décadas, sólo Cuba se mantuvo como país socialista en América, lo que costó a la isla caribeña el aislamiento y bloqueo que aún le mantienen los Estados Unidos, pese a la corriente universal para que se levante.

Ya están al lado de Cuba enfrentando al imperio Venezuela, Brasil, Chile, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Paraguay, Argentina y otros países que han logrado cambiar el mapa hegemónico estadounidense en América Latina.

Parece ya irreversible el desmoronamiento del dominio de los Estados Unidos sobre los países empobrecidos de Latinoamérica, y es ahora, cuando estimamos demasiado tarde, que los estadounidenses pretenden cambiar su política de avasallamiento, observando los últimos pronunciamientos de influyentes funcionarios y exfuncionarios del gobierno de los Estados Unidos, así como aliado de la preeminencia de José María Aznar.

En referencia al caso nuestro y ante el deterioro de los tres grandes partidos dominicanos, léase PRD, PLD, PRSC; no se han producido ya un gran cambio por la forma en que se ha comportado la izquierda dominicana, la que acusa un sectarismo que no logra unificar criterio en torno a una plataforma de trabajo o un plan que dé al traste con el sistema corrompido y que asquea a sectores de la vida nacional.

Si la izquierda dominicana se dedicara a trabajar en la formación de Frente Amplio de Izquierda con planteamientos claros, específicos y programáticos, de seguro que muchas gentes que se han pasado la vida militando en los partidos dominicanos tradicionales, sin lograr metas anheladas, pasarían sin reservas a formar parte de ese frente.

Pero no, la dirigencia de izquierda dominicana se han pasado la vida en disquisiciones, en reyertas entre sí, y mientras todo esto ocurre, los manejadores del sistema imperante aprovechan y utilizan a los tres grandes partidos para mantener gobiernos que sólo cambian de caras y organizaciones.

La izquierda dominicana debería reflexionar y aprovechar la corriente socialista que se está dando en toda América, y estamos seguros que el pueblo dominicano, que merece una mejor suerte, lo respaldaría, pero si viene con planteamientos serios, dejando atrás las rebatiñas y sectarismos de siempre.

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