Parece que lo que temían muchos, conocedores de la voluntad del peledeísmo de mantenerse en el poder “40 años mas”, está a punto de suceder. El PLD aprobará, abusando de su mayoría mecánica, la Ley de Partidos que conviene a sus intereses y circunstancia, demostrando una vez mas que, por lo menos en este país, quien hace la ley puede hacer también la trampa. El vocero del PRD en la cámara baja, Víctor Gómez Casanova, explicó que su bancada no firmó el informe del proyecto de ley elaborado por la comisión especial a la que se encomendó la tarea de consensuar la pieza entre las distintas fuerzas políticas representadas en el Congreso. ¿La razón? El PLD eliminó los párrafos “h” e “i” del proyecto, con lo que convertirían esa ley en un instrumento inútil para garantizar igualdad de condiciones para la competencia electoral entre todos los partidos y candidatos. El párrafo “h” prohíbe “usar en cualquier forma y a cualquier título, los bienes y fondos públicos pertenecientes a cualesquiera de los niveles e instancias del Estado, en provecho propio o de los candidatos por ellos postulados, salvo la contribución señalada en la presente ley”. En tanto el “i”, el otro párrafo eliminado, expresa que “se prohíbe igualmente a todo funcionario o empleado del Estado o de los municipios poner a disposición de cualquier partido o agrupación política, o de cualquier candidato, o permitirle el uso en cualquier forma y a cualquier título, de bienes o fondos públicos”. La eliminación, con premeditación y alevosía, de esos párrafos no solo ponen al desnudo las malsanas intenciones de los diputados peledeístas sino también su monumental descaro, pues ya ni siquiera se toman la molestia de guardar las apariencias.