A pesar de las inversiones multimillonarias en el cubrimiento de grandes cañadas en el gran Santo Domingo, estas continúan desembocando grandes cantidades de residuos sólidos y aguas residuales que terminan en los ríos Ozama, Isabela y Haina.
Mediante recorrido por Guajimía, en Santo Domingo Oeste; Bonavide y el Arrozal, en La Ciénaga; del Diablo, en Los Guandules, Villa Eloísa, entre Las Cañitas y Gualey, se observan basureros mezclados con las aguas en las partes descubiertas, así como animales que se alimentan de lo que encuentran en esos lugares.
La urbanista Amparo Chantada atribuye la situación a construcción de miles de viviendas en sus alrededores, por falta de ordenamiento territorial de parte de las autoridades nacionales y municipales, ya que desde principio debieron ser reforestadas en sus laterales.
Recuerda que lo que llaman cañadas antes eran afluentes de los ríos citados, pero se convirtieron en basureros en la medida que fueron ocupadas por la gente ante la irresponsabilidad de las autoridades.
Considera que quienes ocupan las cañadas no saben que eran pequeños ríos que han convertidos en vertederos y letrinas, porque además los ayuntamientos no pueden penetrar a retirar la basura debido a que no han dejado espacios siquiera para que penetren carreterillas.
Citó como ejemplo a Lebrón, en Los Alcarrizos, que antes era la Cañada Lebrón, donde actualmente lanzan sus residuos las empresas de la Zona Industrial de esa zona, que terminan en el río Isabela. Lo mismo ocurre con la cañada del Diablo y Los Dulceros, en La Zurza y Capotillo, por donde van a parar los químicos de más de 200 empresas ubicadas en la parte superior cuyo destino final es el Isabela. Estima que estas fuentes de agua solo son recuperadas si ambos lados las hacen peatonal y la naturaleza vuelve a fluir, lo que observó en Francia.
“Todo esto que vemos no es más que la falta de una política de viviendas sociales y falta de empleos, entonces, no tienen otra alternativa que ocupar esos espacios”, precisa.
Considera que la falta de una verdadera política social del gobierno es flagrante, como lo muestra el hecho de que el presidente Danilo Medina ha dejado sin funciones al Instituto Nacional de la Vivienda (INVI). En cambio, el director de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) lo atribuye a falta de educación y conciencia de la gente.
Explicó que como medida de prevención destinó un equipo de personas para la limpieza de los registros de las cañadas El Arrozal, Bonavide, Guajimía, Villa Eloísa y otras para terminar con la costumbre de de lanzar la basura en esas fuentes.
Resaltó que debido a esa medida ninguno de los barrios bañados por las cañadas han sido inundados como sucedía anteriormente. Explicó que las viviendas de esos barrios serán conectados a la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales La Zurza, que se construye en la avenida Jacobo Majluta, a un costo de 55 millones de euros.