A prevenir intoxicaciones en Semana Santa

A prevenir intoxicaciones en Semana Santa

Tomar las precauciones necesarias en torno al consumo, higiene y manipulación de pescados y mariscos para evitar posibles intoxicaciones es más que necesario en las vísperas de Semana Santa.
Y es que en la temporada de Cuaresma aumenta la ingesta de productos del mar que aportan muchas ventajas para el organismo por su contenido nutricional. Sin embargo no están exentos de contraer bacterias, toxinas o virus que podrían causar intoxicación.
La bacteria que causa más intoxicación es la vibrio bacterium, la cual aparece por la indebida manipulación del pescado o marisco. También existen virus que producen intoxicación, los más frecuentes son el de Norwalk, asociado al consumo de ostras crudas y otros moluscos, y el virus de la hepatitis A presente en algunos mariscos.
Algunos productos químicos tóxicos, como el metilmercurio, los bifeniles policlorados y las dioxinas pueden estar presentes en animales acuáticos y causar malestar en las personas. Por su parte las toxinas son componentes naturales que aparecen por la proliferanción de algas.
En algunos casos los alimentos se contaminan porque fueron manipulados en superficies o con utensilios que no fueron lavados correctamente.
¿Cómo evitarlo? Compre el pescado o mariscos congelados o muy fríos. Adquiera estos productos en locales autorizados para la venta.

Escoger un producto fresco. El pescado debe tener los ojos claros y brillantes, las agallas de un color rojo o rosa vivo, sin mucosidad, con una carne dura y elástica y una piel brillante. Los filetes también deben ser duros y de apariencia húmeda, sin bordes amarronados.
Apartar. Los productos del mar deben conservarse en una bolsa aparte o encima de los demás alimentos refrigerados, de camino a la casa. Si el traslado conlleva más de una hora, será necesario colocar estos productos en una bolsa térmica.
Congelar. Una vez en el hogar el pescado o los mariscos, deben ubicarse en la parte más fría de la nevera, y consumirlos en un período no mayor a tres meses.
Al descongelar. Con respecto a la conservación del pescado, es recomendable mantenerlo no más de 1 ó 2 días en el refrigerador y hasta tres meses en el freezer, evitar descongelar y volver a congelar los pescados y mariscos. Al descongelarlos, hacerlo en el refrigerador, y una vez preparados, consumirlos lo antes posible.
Cortes. Para cortar el pescado crudo, se recomiendan las tablillas de plástico pues se higienizan mejor que las de madera.
Higiene. La manipulación de los productos del mar debe realizarse con las manos pulcras (si es posible con guantes) en superficies limpias y con utensilios aseados. Al culminar es fundamental asear todo lo empleado. Si sobra pescado cocinado, es necesario refrigerarlo y consumirlo antes de dos días.
Cocción. Es recomendable no consumir mariscos crudos. Estos deben tener por lo menos cinco minutos de cocción, ya que en un tiempo inferior hay más probabilidades de contraer una intoxicación.
El principal factor para que hagan daño es la cantidad de tiempo que el pescado permanece al aire libre sin ser refrigerado ni congelado.
Intoxicación por mariscos. Los ingredientes tóxicos son toxinas producidas por organismos similares a algas llamados dinoflagelados, que se acumulan en algunos tipos de productos de mar. Existen muchos tipos diferentes de intoxicación por mariscos. Los más conocidos son la intoxicación paralítica por mariscos, la intoxicación neurotóxica por mariscos y la intoxicación amnésica por mariscos.
Por pescado. La intoxicación por ciguatera normalmente ocurre con grandes peces provenientes de aguas tropicales cálidas.
Los tipos más populares de estos peces que se usan como alimento son la perca de mar, el mero y la cubera roja. El riesgo es mayor en los meses de verano o en cualquier momento en que esté floreciendo un gran número de las algas en el océano.

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