A tres días de las elecciones internas del PLD

A tres días de las elecciones internas del PLD

POR RAMÓN NÚÑEZ RAMÍREZ
A tres días del congreso elector del Partido de la Liberación Dominicana sus lideres y dirigentes afrontan la grave responsabilidad, frente a los militantes y simpatizantes, de dar un ejemplo de proceso electoral interno ordenado, transparente e inmediatamente se declare un ganador, sea integrado y se incorpore a la campaña el menos favorecido con los votos, para así garantizar la unidad y seguir mereciendo el favor de las mayorías.

En el 2004 la voluntad mayoritaria, frente al fracaso de otra administración del PRD, decidió retornar la rama ejecutiva del gobierno a Leonel Fernández y al PLD con el mandato expreso de resolver la crisis económica y el gobierno cumplió con la encomienda, siendo premiado dos años después en la elección de medio término con un voto mayoritario cuyas expectativas, superada la crisis económica, se centraban en la solución de la crisis energética, enfrentar con éxito la criminalidad creciente, reducir la pobreza y otros, los de pensamiento más sofisticado, aspiraban a un plan de reformas económicas, sociales y políticas así como a crear las bases institucionales y de competitividad para ingresar y ser exitosos en el DR-CAFTA.

Del PLD gobernante, con el dominio de dos poderes fundamentales y la mayoría de los municipios, se suponía una mejoría en la obra de gobierno gracias a la coordinación entre las instancias y, por supuesto, la postergación por lo menos hasta mediados de este año del proceso interno. Pero eso no ocurrió y el PLD actuó similar a los partidos de oposición, que prácticamente iniciaron sus respectivas campañas internas apenas concluyó la elección de medio término, con la marcada diferencia que para el PRD era un imperativo elegir temprano por el tema de los traumas electorales internos, pero en el caso de un partido oficial esa pre-campaña prematura necesariamente afectaría la obra de gobierno y lo más grave, la unidad y la percepción del público acerca de un PLD cuyos dirigentes, hasta el presente, actuaban positivamente diferentes a los del segundo partido del sistema.

El PLD se lanzó a un proceso interno prematuro y a pesar de tantos problemas en el país, la mayoría de factura lejana y agravados en su totalidad por la administración pasada, mantiene al igual que el Presidente niveles similares de popularidad a los obtenidos en las dos últimas consultas cívicas y se siguen reflejando en todas las encuestas, en la Gallup, en todas las independientes y en las encargadas por los propios partidos y grupos privados interesados en palpar el sentir de las mayorías.

Esta administración heredó un país en hiperinflación, con las ventanillas de crédito cerradas, la clasificación riesgo-país desplomada, con un millón y medio de nuevos pobres y en un tiempo récord, en comparación con crisis similares en otras naciones, se logró el equilibrio macroeconómico, el producto comenzó a crecer a la mayor tasa de la región, la inversión se multiplicó y la cosecha por ese ejercicio responsable de disciplina fiscal y monetaria es el mantenimiento de los niveles de popularidad, a pesar de tantos problemas pendientes de solución.

Es natural que a estabilidad y la elevada tasa de crecimiento en los últimos dos años no se haya reflejado de forma automática en la reducción drástica de los pobres extremos y mucho menos un incremento del salario real de mayorías carentes de la educación y la productividad para aprovechar el boom económico especialmente en sectores como el turístico, el inmobiliario o el industrial con alto nivel de especialización. Eso explica en parte cómo la presente administración en las encuestas obtiene elevadas calificaciones en popularidad y baja en las expectativas económicas de los consultados.

La tarea de sacar a esas mayorías de la pobreza extrema e integrarlas al mercado requiere de muchos años de estabilidad y crecimiento, como solo los gobiernos del PLD pueden lograrlo, pero también de políticas dirigidas a seguir estimulando la inversión, la competitividad, reducir la brecha digital, mejorar la educación, la salud y simultáneamente enfrentar el narcotráfico y el crimen organizado mientras se brindan mayores oportunidades a los jóvenes de nuestros barrios más pobres para librarlos del cáncer de la droga o las bandas.

La experiencia de tres administraciones del PRD y una y media del PLD revelan que el partido morado es en la actualidad la única organización con un proyecto de nación y con el liderazgo colectivo capaz de afrontar el reto de construir una sociedad próspera, por supuesto necesariamente haciendo algunas rectificaciones en materia de mejorar la eficiencia del gasto público, en el orden de las prioridades y en una mayor voluntad política para enderezar institucionalmente la República.

El PLD tiene una gran oportunidad para continuar cuatro años en el Poder Ejecutivo y culminar una excelente obra de gobierno, para ello deberán ofrecer otra lección de madurez y democracia interna realizando elecciones transparentes el próximo domingo seis de mayo, y, posteriormente, el candidato ganador y el menos favorecido por las votaciones sumar sus respectivas fuerzas para seguir mereciendo el respaldo de las mayorías.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas