Entre anécdotas, boleros y bailes de éxitos tradicionales del merengue, los amigos de la promoción de graduados del 1956 del abogado, empresario y político José Rafael Abinader Wasaf celebraron ayer los 60 años de haberse convertido en profesionales de la carrera de derecho y de mantenerse unidos durante todo este tiempo por el vínculo de la educación y el trabajo.
Abinader Wasaf, también escritor, continúa siendo el anfitrión de los encuentros almuerzos en su residencia de la Torre Azul de la avenida Anacaona, donde a partir de las 12:30 p.m., entre recitales de poemas y cuentos de aquellos días de juventud, de cuadernos bajo el brazo, consultas para la tarea, los muchachos de entre 1951 y 1956 empezaron a soñar con subir al estrado para litigar.
Los encuentros son todos los 28 de octubre, fecha en que se graduaron en la Universidad de Santo Domingo, ahora Autónoma, por sus siglas UASD.
Al cumplirse los 60 años de compartir la vida en las aulas, Abinader Wasaf significó la importancia que tienen estos momentos de convivencia en el grupo que se destacó en la sociedad dominicana y que en su origen eran 104 egresados. En la actualidad quedan 34 hombres y mujeres que hicieron del ejercicio del derecho su estilo de vida.
No quiso mencionarlos por sus nombres, más aseguró que todavía muchos son destacados. “Ha sido una graduación gloriosa, de altos personajes, serios, honestos, que ejercen y ejercían como manda la ley, con fidelidad, justicia, con fraternidad”.
Algunos se dedicaron a otras actividades y ocuparon cargos en gobiernos, donde también triunfaron, como entiende que sucedió con él, que fue secretario de Estado de Finanzas en dos ocasiones y ocupó otros cargos en el Estado.
Recordó, con un dejo de melancolía, que estuvo muy preparado en todas las áreas e intentó ser presidente de la República Dominicana, “pero no tuve suerte. Sufrí de muchos obstáculos”.
Para remediar la pena, cita el surgimiento de su hijo, el economista Luis Abinader Corona, excandidato presidencial en los pasados comicios del 20 de mayo por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), quien participó en el encuentro y compartió con los invitados de su padre. Le satisface que su hijo le heredara en la probidad, por ser, como señala, “anticorrupto”, dedicado también a administrar, y le reconoce que se perfila como un estadista. “El país necesita hombres como él”, afirmó, refiriéndose a su hijo Luis Abinader.
En la fiesta. La sala del apartamento de Abinader Wasaf fue un salón de baile por varias horas y él parecía no cansarse de bailar los boleros suaves. En un momento de demostración de talentos, llegaron las declamaciones, Abinader Wasaf dijo el poema satírico “Soy Vago”, una apología a quienes no trabajan, como los políticos, como mismo indica su composición. Recitaron sus creaciones y escritos de afamados poetas el abogado Manuel Mora Serrano, el actor Savador Pérez Martínez (El Pera) y la dirigente política Tania Báez. Antes del banquete, una pausa para hacer la oración con a diputada Betsaida González, con la esperanza de volver en 2017.