Abril, mes del cerebro

Abril, mes del cerebro

El mes de  abril ha sido de gran impacto para conocer un poco más el cerebro humano;  varios acontecimientos han sucedido y con la dispensa de ustedes,  voy a comentar algunos de ellos.

El primero, el anuncio del presidente de los Estados Unidos de apoyar el proyecto de un mapa cerebral para conocer sus complejas funciones. Esto fue tratado en nuestra “conversación” del pasado domingo, por igual en su columna del martes 16 el Dr. Sergio Sarita, quien es la máxima autoridad en el país en patología forense, se refirió al tema con mucha propiedad.

Él cita dos referencias muy actualizadas, las que hice el compromiso de comentar. Otro aspecto de importancia neurológica es  una publicación del 11 de abril, en la  revista médica el New England Journal of Medicine (NEJM) en la cual se precisa las áreas del dolor en el cerebro, localizadas con resonancia magnética funcional.

En su artículo cita los trabajos de Seung-Schik Yoo, de Harvard (Plos one, 3 de abril) donde se establece la conexión entre un cerebro humano y el de una rata a través de complejas computadoras, el pensamiento humano traducido en potenciales visuales evocados es capaz de mover la cola de una rata anestesiada. ¿Cómo lo logran? es mediante el  sistema de Brian-to-computer interface (BCI).

Es un complicado sistema de software que detecta y traduce la actividad cerebral humana y mediante una estimulación directa sin estar envueltos músculos o nervios periféricos  se envía ese estímulo a la corteza  cerebral motora de la rata y  esto le hace mover la cola a voluntad del cerebro humano. Se inicia un campo promisorio, imaginemos esto implementado a plenitud en los casos de rehabilitación, luego de derrames cerebrales, traumas o daños en el sistema nervioso.

La otra investigación mencionada, es la del grupo de la Universidad de Stanford publicada en Nature el 10 de este mes, dirigidos por Karl Deisseroth. Mediante el método de sumergir el cerebro en un hidrogel, la acrilamida permite ver las estructuras internas del cerebro con una claridad no lograda antes con la resonancia.

Por eso se le llama al proyecto Clarity, permitiendo ver las conexiones neuronales con una alta resolución. Antes para lograr ver estos detalles teníamos que seccionar el cerebro y verlo en cortes histológicos,  con esta novedosa técnica no es necesario. En la misma revista también se describe el GPS cerebral, qué nos ubica, las “neuronas de lugar” en el hipocampo, lo “conversaremos”.

Otra de las bonanzas científicas cerebrales de abril, son los trabajos del neurocientista Tor Wager y su grupo, publicados en el mencionado NEJM, donde reportan haber determinado las áreas que producen el dolor y el patrón secuencial  que en otras zonas deja el dolor en nuestros cerebros.

La investigación fue hecha con la resonancia magnética nuclear pero la funcional, es un examen de muy alto costo que registra los cambios de flujo sanguíneo en las células  neuronales cerebrales, dando una muy buena imagen tanto anatómica como funcional del órgano rector.

El dolor, que es el síntoma que más acerca al paciente y al médico, lo conocemos de forma muy rudimentaria. Esta investigación abre un campo de expectación para el mejor conocimiento del dolor como entidad, sea tanto para el dolor agudo como para el crónico. Como ven, estamos  esperanzados en el porvenir.

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