Después de una década en la que los fondos de cobertura han duplicado el valor de los activos que gestionaban, hay muchos signos que apuntan al final del reinado de un sector que custodia 2.900 billones de dólares y el de la figura del gestor estrella.
Según una publicación del diario español El Economsita, los fondos hacen frente ahora a numerosas quejas de clientes insatisfechos con su rendimiento, que a veces piden jugosos descuentos en comisiones para no marcharse con su dinero, y que en otras ocasiones hacen directamente eso.
“Ante la sangría, muchos en el sector se preguntan si estamos ante una fase transitoria, o si quizá el sufrimiento no ha hecho más que empezar”, expresa.
El pasado año la rentabilidad media de estos vehículos fue de un punto porcentual negativo, y en lo que va de año la tendencia no ha cambiado: pérdidas del 1%.
Justo cuando Einhorn hablaba delante de una audiencia más descreída que nunca en Nueva York, en la otra costa de Estados Unidos el máximo responsable del Sistema de Pensiones de los Profesores del Estado de California calificaba el modelo de los hedge funds como «roto». Y no es el único: el fondo de pensiones de Nueva York ya anunció que retirará todas las inversiones que hacía a través de estos vehículos.
El ejemplo de Einhorn apunta a eso. El pasado año Greenlight Capital, que él dirige, perdió un 20%, la peor cifra desde la creación del fondo en 1996, y es la primera vez que pierde desde que comenzó la crisis de 2007. Los clientes han respondido sacando su dinero y así el valor total del fondo ha mermado US$3.000 millones.