La Academia Naval de la Armada de República Dominicana se ha empeñado en sus 141 años de existencia en formar guardiamarinas (cadetes) con una mística en la que priman la vocación de servicio, la disciplina, los valores y el compromiso social.
Entrevistado para La Esquina Joven de HOY, el director del centro formativo, capitán de navío Juan Bienvenido Crisóstomo Martínez, junto a guardiamarinas de diferentes promociones, ofrecieron su testimonio del rigor en la capacitación, cuya jornada se inicia día por día a las 5:00 de la mañana y concluye a las 10:00 de la noche.
Para optimizar el aprendizaje, los aspirantes a licenciados en ciencias navales ingresan a la academia “Vicealmirante César A. de Windt Lavandier”, donde residen durante cuatro años, despojándose del confort del hogar para iniciar una nueva etapa en sus vidas.
Actualmente hay 195 guardiamarinas, de los cuales 27 son de sexo femenino, 11 de primer año y 16 de reciente ingreso. Apenas tienen 18 días allí. Desde su creación han egresado aproximadamente dos mil guardiamarinas, informó el oficial académico.
Al ser consultado sobre la incidencia de la deserción educativa, Crisóstomo Martínez hizo alusión a la frase: “comenzar es de muchos; continuar es de pocos y terminar es de héroes”, tras señalar que en el camino muchos descubren que esa no es su real vocación. Otros no resisten la carga académica y también se retiran. “Nuestra mayor satisfacción es que los que llegan a la meta son realmente personas bien formadas en todo el sentido de la palabra”, precisó el alto oficial.
En el conversatorio participaron también Williber Ramírez Morantín y Wilbert Reyes Olaverría, de cuarto año; Jeuris Delgado Gil y José Antonio Frías Méndez, de tercer año; así como Yovanny Santana Ayala, de segundo año y Elijan Guevara Pérez, de primer año. Con el simple hecho de pronunciar sus nombres, se percibe el respeto y la disciplina aprendida durante el reclutamiento.
Ingresar no es tan fácil. Se deben agotar una serie de pruebas y procedimientos. En agosto pasado, postularon más de 500 y solo fueron seleccionados alrededor de cien.
Crisóstomo Martínez recordó que no fue hasta el año pasado cuando se admitieron mujeres. Ingresaron 20 y a la fecha quedan once. Este centro de formación, a partir del año 2000 fue reconocido como universidad mediante decreto, luego de que el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt) diera el aval correspondiente. La jornada formativa incluye actividades extracurriculares tales como natación y ejercicios físicos. También se hace mucho énfasis en la formación en valores. “La vida de un guardiamarina es muy intensa e interesante”, enfatizó Crisóstomo Martínez. Agregó que la academia es un bastión para la formación de jóvenes. Refirió que en sus aulas hay chicos de Guatemala, El Salvador y Panamá. Pero también, dominicanos cursan estudios en Colombia, Argentina, Venezuela, Canadá y Taiwán.
“Es una opción que tiene el joven para hacer una profesión no convencional, la cual le permite conocer no solo su país, sino también otras naciones”, agregó.
Dijo que el próximo mes realizarán un crucero de entrenamiento para que los guardiamarinas pongan en práctica los conocimientos adquiridos.