Cinco personas fallecieron la noche del jueves en un accidente automovilístico ocurrido en la carretera que bordea por la zona sur la loma Isabel de Torres hasta llegar a la comunidad de El Cupey, luego de que el vehículo en el que viajaban confrontó problemas mecánicos con los frenos, lo que hizo que cayeran al vacío hasta parar en el fondo del río San Marcos.
Las víctimas de este accidente son Rosy Soriano Calvo, los esposos Roberto Minaya Francisco y Jenni Calvo, su hija Estefany Calvo, y Amaury Mercado, prometido de esta última que tenía pocos días en el país.
Mercado residía en Canadá y vino a formalizar su compromiso matrimonial con dicha joven.
Tres de estas personas murieron ahogadas al quedar atrapadas en el interior del carro Honda Civic, color blanco, placa A467792, mientras que la cuarta victima sufrió un fuerte golpe en la cabeza que le produjo la muerte de inmediato.
Estos habían participado en horas de la tarde en la apertura de la Feria Ganadera Comercial que anualmente celebra en la comunidad de El Cupey la Asociación de Ganaderos “Puerto Plata Central”.
Al tratar de regresar a la ciudad optaron por hacerlo por la carretera, que está a 855 metros sobre el nivel de mar, confrontaron problemas con los frenos de su vehículo, precipitándose al vacío hasta dar con el fondo del río San Marcos.
Versión sobre hecho. Reynaldo Ortiz, el presidente de Grupo Rescate Ámbar que se ocupó del caso, declaró a los periodistas que hubo falla en el sistema de frenos, lo que al parecer provocó que Minaya Francisco, conductor del carro, perdiera el control y se produjo este lamentable accidente que le costo la vida junto a sus familiares.
Ortiz expresó que para poder sacar del interior los cadáveres, “tuvimos que utilizar sierras eléctricas y otros equipos de avanzadas tecnologías para desguazar en parte el carro y permitir las labores de rescate. El vehículo quedó hecho añicos debido a la gran altura que separa la carretera que va a la zona de El Cupey y el río San Marcos”.
Este accidente ocurrió a eso de la 11:30 de la noche, según dijeron personas que residen en los alrededores de donde cayó el vehículo con sus ocupantes, aunque afirmaron que no escucharon el estruendo que se produjo cuando este se fue al fondo del río.
En el lugar donde ocurrió esta tragedia se aglomeró una gran cantidad de curiosos, los cuales fueron “puestos a raya” por miembros de la Policía Nacional y de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET) para evitar que entorpecieran las labores de rescate de los cuerpos que llevó a cabo el Grupo Rescate Ámbar.
Los cadáveres fueron trasladados en dos ambulancias del servicio 9-1-1 a la morgue del hospital Ricardo Limardo de esta ciudad y posteriormente fueron entregados a sus familiares para sus respectivos velatorios.