Actualización necesaria

Actualización necesaria

La oferta académica y las necesidades técnicas del país andan cada una por su rumbo. Es común la queja de inversionistas por el déficit de mano de obra tecnificada que tiene el país. El Estado invierte el 4% del PIB para tratar de sacar del atraso la educación, pero tropieza con el escollo de que al menos un 50% de los licenciados en pedagogía evaluados para contratación reprueba los exámenes y que solo lo supera el 9% de los profesionales de otras áreas con vocación para servir en el magisterio.

La Asociación Dominicana de Profesores (ADP), que aporta los datos citados anteriormente, sostiene que mayormente muchos profesores fracasan en las pruebas por carecer de conocimientos de informática y no estar actualizados en matemáticas. El gremio no vacila en culpar a las universidades por estas lagunas, por no actualizar sus programas de enseñanza y dejar fuera de estos materias imprescindibles en el currículo de pedagogía.

Salta a la vista la necesidad de un trabajo conjunto de los ministerios de Educación y de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, las universidades, la ADP así como organizaciones empresariales y de la sociedad civil, para estructurar currículos de formación actualizados y acordes con las necesidades del mercado y de un sistema de enseñanza al que es necesario sacar del estancamiento y ponerlo a tono con el progreso.

MÁS CELO CON EL ALIMENTO ESCOLAR 

Las advertencias de tres especialistas en nutrición y endocrinología evidencian flaquezas en los controles de calidad de los alimentos suministrados a los estudiantes de la Tanda Extendida de la enseñanza. Las doctoras Wilsa Méndez, Hilda Escaño y July González Pimentel recomiendan que el Gobierno intervenga el programa de alimentación escolar por haber detectado que sus componentes no reúnen las condiciones óptimas de nutrición y, para empeorar las cosas, están saturados de sazones y grasas perjudiciales para la salud.

El alimento escolar no solo debe ser provechoso para quienes lo proveen, sino fundamentalmente para los estudiantes que lo reciben. Hay que garantizar una vigilancia permanente y rigurosa sobre la calidad e inocuidad del desayuno, el almuerzo y la merienda de la Tanda Extendida.

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