Acuerdo petrolero OPEP-Rusia en nuevo peligro: demasiado éxito

Acuerdo petrolero OPEP-Rusia  en nuevo peligro: demasiado éxito

Cuando la OPEP y Rusia se reúnan este fin de semana para revisar su estrategia dirigida a reducir un exceso mundial de oferta de petróleo, enfrentarán un problema inusual: podría estar funcionando demasiado bien.
A medida que los recortes de producción, junto con la vigorosa demanda mundial, ajustan el mercado, los precios del crudo han subido al nivel más alto en tres años, cercano a los US$70 por barril.
Eso provocó advertencias, desde el ministro de Petróleo de Irán hasta Goldman Sachs Group Inc., sobre un nuevo aumento de la producción estadounidense que arruinaría todo el esfuerzo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.

“La gran preocupación son los precios, ¿les preocupa que los precios lleguen demasiado alto demasiado rápido?”, preguntó Mike Wittner, jefe de investigación de mercados petroleros de Société Générale SA en Nueva York.
“Hay muchas razones para que estén preocupados, pero a la cabeza de la lista está: ¿cómo va a reaccionar la producción de Estados Unidos?”

Como aún hay una abundancia de petróleo excedente, los ministros de los Emiratos Árabes Unidos, Irak y Kuwait insisten en que no es necesario cambiar la estrategia y el cartel mantendrá su plan de restringir la producción el resto del año.
No obstante, el salto de los precios significa que los delegados que se reúnen en la capital omaní de Mascate se enfrentan a una mayor urgencia para decidir cómo eliminar progresivamente los recortes.

“Un alza demasiado por encima de los US$70” puede estimular oferta nueva y afectar la economía, dijo en una entrevista televisiva Jeff Currie, jefe de investigación de materias primas de Goldman Sachs. “Los miembros de la OPEP no quieren ver eso”.

Feroces competidores durante décadas, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y Rusia unieron fuerzas a fines de 2016 contra la amenaza que representaba el auge del shale de EE.UU., que había inundado los mercados y derrumbado los precios. Para compensar el boom estadounidense, la OPEP y Rusia armaron una coalición de 24 países que recortarían su propia producción. Durante gran parte de 2017 tuvieron problemas, ya que las existencias globales se mantuvieron abultadas y los precios se deprimieron.
Pero la estrategia cobró fuerza en la segunda mitad del año conforme una demanda más fuerte y las amenazas al suministro desde el Golfo Pérsico hasta el Mar del Norte contribuían a agotar los rebosantes tanques de almacenamiento.

Consecuencia involuntaria. Los precios respondieron y los futuros de crudo Brent se dispararon a US$70,05 el 11 de enero, la cifra más alta desde diciembre de 2014.
Si bien eso otorga a las economías productoras de petróleo un alivio muy necesario, también trae consecuencias preocupantes.
Impulsada por las nuevas inversiones, la producción de EE.UU. podría superar los 11 millones de barriles por día el próximo año, superando tanto la producción saudita como la rusa, según las previsiones del gobierno estadounidense.
Eso se compara con una estimación de 9,3 millones por día en 2017.

“Este precio más alto tiene una consecuencia involuntaria”, dijo Ed Morse, jefe de investigación de materias primas de Citigroup Inc.
“La OPEP teme no solo la reacción del shale sino también la de las aguas profundas y las arenas petrolíferas de Canadá”.

No obstante, la creciente demanda de crudo ayudará a absorber parte de la producción adicional.
El consumo mundial se expandirá alrededor de 1,5 millones de barriles por día este año, dijo a comienzos de mes el secretario general de la OPEP, Mohammad Barkindo.
Los productores revisarán formalmente su acuerdo en junio y podrían comenzar a moderar los recortes en el segundo semestre, dijeron Morse de Citi y Wittner de Socgen.
Arabia Saudita y Rusia, los mayores productores del convenio, han insistido repetidas veces en que, cuando llegue el momento de ponerle fin, eso se hará gradualmente.

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