Adela Bash, escritora con humor

Adela Bash, escritora con humor

POR CLAUDIA HDEZ. DE VALLE-ARIZPE
Adela Basch es la autora de libros infantiles que todo niño desearía: imaginativa sin límites, simpática, libre. Para ella no hay temas prohibidos porque sabe abordarlos. No hay palabras difíciles porque también sabe que, aunque los niños las desconozcan, tarde o temprano preguntarán por su significado y así ampliarán su vocabulario.

Ha reelaborado la historia a través del teatro infantil, regalándonos a un Cristóbal Colón más divertido o a personajes de la literatura universal como Ulises o don Quijote que, por hacerlos más cercanos y graciosos, los lectores y espectadores ya no olvidarán. 

Nacida hace 59 años en la Argentina, Adela Basch estuvo en Santo Domingo en ocasión de la IX Feria Internacional del Libro dedicada a su país y subrayó en esta entrevista su respeto y total confianza en los niños.

¿Se le da en el mundo la suficiente importancia a la literatura para niños?
No, yo creo que en la mayor parte de los países todavía no se le da la importancia que creo que tiene. En la Argentina es cierto que hay mucha producción, pero cuando llega la hora de que te saquen un comentario en un diario es siempre mucho más fácil que lo hagan sobre un libro para adultos. Me parece que eso sucede porque en el fondo los adultos subestimamos y a veces hasta depreciamos todo lo que tiene que ver con los niños y eso, por muchas razones, algunas conscientes y otras inconscientes. Conscientemente creemos que somos más que ellos, que sabemos más y muchos caemos en el gravísimo error de creer que tenemos la verdad; los vemos como a personas que no saben, que no entienden, que son tontos y entonces hay quienes piensan que hay que escribirles una literatura también tonta. Entre nuestros motivos inconscientes está, por ejemplo, el temor de que nuestra parte niña florezca y nos saque de la mediocridad en que la mayoría de los adultos vivimos.

El manejo del humor en cualquier tipo de literatura no es fácil. Tú juegas con el sentido del humor y nos haces reír muchísimo. ¿Se nace con esa facultad o es posible desarrollarla sólo con trabajo? 
Yo creo que uno puede venir con una semilla de eso pero hay que trabajarla. Yo he venido, aunque tampoco estoy segura, con alguna tendencia al humor. No soy muy diferente, en la vida real, de las cosas que escribo. Me la paso haciendo bromas y jugando con las palabras pero la mayor parte de eso lo he ido cultivando. Yo me siento y me pongo a hacer borradores y correcciones. Hay que tener mucha paciencia y mucha perseverancia.

Adela Basch: “Con humor, rima y disfrute se hacen niños lectores”

Hay quienes piensan que algunos temas no deben abordarse en la literatura para niños: la muerte y la enfermedad, por ejemplo, pero para la autora de libros infantiles argentina Adela Basch, lo que importa en realidad es cómo abordar los temas. “No creo que haya temas prohibidos. Yo creo que todos los grandes temas de la vida que aparecen en la literatura para adultos aparecen también en los libros para niños”.

Explica que los temas fundamentales, como la razón por la que estoy en el mundo, quién soy, qué es la muerte, qué es el amor, las relaciones entre las personas… “todo eso aparece en los libros infantiles pero, claro, el tratamiento tiene diferente complejidad, es más simple porque el niño no aguanta tanta perorata”.

Dice la escritora que son tan importantes los temas que, a veces, los niños no quieren leer porque lo que les damos no tiene conflicto, no tienen ninguna sustancia. Son estupideces.

“Sé que hay editoriales en los Estados Unidos en las que no puedes publicar textos en los que aparezcan, por ejemplo, la pobreza o la vejez. Eso me parece una aberración porque querer presentar un mundo idealizado en el que nadie envejece es pretender engañar al niño”.

No es común que se escriba teatro para niños, reelaborando personajes históricos y de la literatura universal. Tú lo haces y te apoyas de manera genial en la rima. ¿Por qué te interesa hacerlo?
En nuestra lengua española hay una tradición riquísima de teatro escrito en verso rimado; el mejor teatro español, el del Siglo de Oro, es decir, Calderón de la Barca y Lope de Vega, lo demuestra. Ya no se escribe en rima… yo he recuperado eso, entonces, de los clásicos. En las representaciones teatrales, donde la oralidad es tan importante, la rima es fundamental para que lo que se dice tenga ritmo, tenga sonoridad, algo que hace que los niños presten atención. Les fascina, les divierte y también marca  una diferencia entre la literatura y la lengua que usamos todos los días para decir: quiero un vaso de agua. Siempre hay algo inesperado en esa rima que irrumpe y provoca gracia. A mí la rima me encanta y a estas alturas de la vida he podido comprobar que, en todas partes del mundo, a los niños la rima les encanta. En cuanto a los personajes clásicos los reelaboro porque creo que son personajes riquísimos pero que, en general, en sus versiones originales son de difícil acceso para los niños. Para mí, por ejemplo, La Odisea, como viaje, es una metáfora de la vida humana: vencer obstáculos para volver al hogar del cual se partió. Es interesante que los niños conozcan esta historia, pero para ello hay que encontrar la forma que la haga accesible y divertida.

En la República Dominicana, como sabes, Cristóbal Colón es un personaje histórico de suma importancia. Háblanos de tu libro “Colón agarra viaje a toda costa”, publicado por Alfaguara Infantil.

Yo no tengo la verdad, sino solamente un punto de vista. Uno de los aspectos de Colón que valoro en este libro es el de la persistencia. La persistencia de Colón en la obra es la que lo lleva a tener fe en él mismo y en lo que está tratando de realizar, a pesar de que tiene a todo el mundo en contra. Lo importante también es que pudo desafiar la idea instaurada en su época de lo que era el mundo y de cuáles eran sus límites. Es importante hablarles a los niños de cómo Colón, antes de embarcarse en ese viaje que lo condujo hacia aquí, tuvo que golpear muchas puertas y reponerse cada vez que le decían no. Muchas veces en la vida nos van a decir que no. A mí me cerraron muchas veces la puerta en las narices, diciéndome que no me iban a publicar teatro porque “el teatro no se vende y entonces no se puede publicar”. Pero insistí.

¿Cómo hacer niños lectores que después sean adultos lectores?
Yo creo que no hay una receta, pero sí algunas recomendaciones: que un adulto, que puede ser un pariente, la maestra, un vecino, cualquier adulto que tenga verdaderos deseos de leerle a un niño, lo haga pero siempre con entusiasmo. Hay que leerle a un niño algo que pensemos que le va a gustar y que también nos guste a nosotros. Hay que leer con ellos y no para ellos, que no es lo mismo. Es bueno leer por el disfrute, no leer un cuento y enseguida empezar a hacer preguntas, no. Anteponer el gozo a lo pedagógico.                  

¿A qué autores para niños recomiendas?
Recomiendo fervientemente a un austriaco que ya murió y que está traducido al español y editado en Alfaguara y que es Michael Ende, autor de Momo y de La historia interminable. Recomiendo a la argentina Ema Wolf, al genial Roald Dahl, autor de Matilda, a la brasileña Ana María Machado y a la española Pilar Mateos.

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