El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Isidoro Santana, afirmó ayer que el presupuesto para el 2017 es poco flexible para hacer los cambios, debido a las cargas fijas del Estado.
Precisó que entre las principales cargas fijas figuran el 4% del producto interno bruto (PIB) para Educación, el pago del servicio de la deuda externa y los programas sociales del Gobierno.
Explicó que si saca las cargas fijas del presupuesto, el Gobierno tiene muy poco para discutir lo que se asignará y que normalmente se destinan recursos para aquellos proyectos de inversión pública en ejecución o que se tienen que iniciar porque había un compromiso con la sociedad.
Indicó que el presupuesto de 2017 es muy parecido al de 2016 y que su formulación está en la etapa final, pero quedan pendientes algunos puntos “que hay que redondear”.
El funcionario ofreció sus declaraciones luego que el Ministerio de Economía firmara un convenio con ocho ayuntamientos a los cuales dará cooperación, capacitación y asistencia técnica en la formulación, ejecución y evaluación del Plan Municipal de Inversión Pública que deberá elaborar.
Uno de los problemas serios que tiene el país al momento de formular el presupuesto, a su juicio, es que está comprometido de antemano.
Aclaró que no ha dicho que no habrá aumento salarial en el sector público, sino que no está contemplado en el presupuesto del próximo año.
Anunció, sin embargo, que en el momento menos esperado se comenzará a plantear un aumento para los que ganan menos en el Estado. Dijo que uno de los casos que más le preocupa es el aumento para la Policía y la seguridad ciudadana.