El Banco de España advirtió en su último informe de estabilidad financiera que los riesgos para el sector financiero español han aumentado en los últimos seis meses por la ralentización económica global y su impacto en la rentabilidad de las entidades financieras.
«En un contexto de márgenes reducidos, la rentabilidad de los bancos españoles se verá sometida a una presión adicional por las consecuencias de la desaceleración económica», explica el Banco de España.
El supervisor se refiere sobre todo a la desaceleración económica en Europa y China y apunta a una mayor incertidumbre geopolítica. En este sentido, hace una referencia explícita a la situación política en España y las dudas sobre el nuevo Gobierno. «Persiste la incertidumbre sobre el curso futuro de las políticas económicas», dice el informe.
El riesgo legal que afronta la banca española, sobre todo por el IRPH, sería otro de los factores que pueden añadir vulnerabilidad al sistema financiero español.
El TJUE se pronunciará en la segunda mitad del año sobre la legalidad de este índice alternativo al euríbor. Se calcula que hay entre medio millón y un millón de familias con hipotecas ligadas a IRPH. Entre el 9% y el 13% de la cartera total.
El Banco de España no entra en cuantificar el impacto que tendría una sentencia desfavorable y se limita a exigir una «apropiada medición» del posible impacto. Goldman Sachs, por ejemplo, ha estimado un coste de entre 7.000 millones y los 44.000 millones de euros. Los bancos más expuestos son CaixaBank, Santander y BBVA. «La manifestación del riesgo legal, entre otros factores, se ha traducido en una pérdida de reputación para el sector bancario”, dice,