El economista Fernando Álvarez Bogaert afirmó ayer que aunque la readecuación del puerto de Manzanillo, en Montecristi, implicaría una inversión de US$1,500 millones, la República Dominicana compensaría esa inversión con el incremento del comercio exterior.

Asimismo consideró que ese puerto podría colocar al país en un punto estratégico en el contexto del mercado global.

Bogaert dijo que la reconstrucción de esa importante obra se discute desde 1992, por lo que no entiende por qué los gobiernos de turno no han decidido ejecutarla, si se han invertido grandes cantidades de dinero en obras tan importantes como el Metro de Santo Domingo.
“Yo no entiendo porqué no han iniciado los trabajos, si evidentemente hemos perdido, quizá la inversión más importante de la República Dominicana”, cuestionó.

En entrevista para este diario, el también político consideró que todo el proceso de globalización se ha retrasado en la República Dominicana por el descuido del único punto con proximidad geográfica y económica con potencias como Estados Unidos.

“La construcción del puerto tiene dos razones fundamentales, una es la proximidad geográfica y la otra la proximidad económica. La primera indica que tan cerca se está del primer puerto norteamericano, el cual solo lo cumple Cuba y la República Dominicana; mientras que el económico implica la reducción de costos”, explicó el experto en temas económicos.
Beneficios para el país. Bogaert aseguró que los principales beneficios que tendría la reconstrucción del puerto es la creación de cientos de miles de empleos formales e informales, así como la creación de diversos modos de desarrollo para el Cibao y la Línea Noroeste.
Otras de las ventajas citadas por el economista es la agilización del comercio exterior y la disminución de los costos de exportación del Cibao, pudiéndose entregar con tres días de anticipación toda la carga que ahora sale por los puertos del Sur.
“Yo pienso que los gobiernos que han pasado por la República Dominicana no han tomado conciencia de los alcances que ha tenido la globalización y por eso no han realizado la inversión que requiere el puerto para operar a su máxima capacidad”, expresó.
Asimismo ve como positivo el inicio de las relaciones comerciales con la República Popular de China y espera que esta nueva alianza comercial contribuya a que el Gobierno se interese por invertir en la reconstrucción del puerto.
Se une al reclamo. El economista afirma estar de acuerdo con el reclamo que hacen los empresarios de Santiago y toda la región del Cibao de tener un puerto moderno y adecuado para las importaciones y exportaciones.
Los empresarios reclaman la pronta intervención del puerto para que puedan atracar los barcos grandes y mejorar así la economía de la zona Norte del país.
El deterioro del puerto es tal que no permite que atraquen dos barcos grandes juntos ni cuatro pequeños. La mayoría de sus muros están destruidos en su estructura de cemento y parte de la verja de metal.