Es indignante y motivo de rabia que el sacrificio de los héroes que ofrendaron sus vidas y la sangre de tanta gente en aras de la libertad, solo haya sido para conseguir una democracia imperfecta y excluyente que mantiene muchos de los vicios de la dictadura de Trujillo.
Así lo afirmó ayer Carlos Báez Brugal, al pronunciar el discursos central, en un acto en la Plaza 30 de Mayo en el Malecón de la capital, a propósito de conmemorarse el 57 aniversario de la muerte de Rafael Leónidas Trujillo.
A la actividad, que fue organizada por la Fundación Héroes del 30 de Mayo y la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, asistieron familiares de los que mataron al dictador, historiadores e instituciones antitrujillistas.
Débil democracia. Báez Brugal deploró que esta democracia carezca de una Ley de Partidos, engavetada desde hace años y que algunos quieren hacerla como un traje a la medida del Poder Ejecutivo.
“Tenemos una democracia con un Poder Legislativo que no sirve de contrapeso, sino que funciona para sus miembro beneficiarse o para aprobar préstamos que llevan al país a un endeudamiento preocupante”, expresó.
Afirma que la democracia tiene una justicia que deja mucho que desear, donde la impunidad es lo normal para el que hace lo malo y la cárcel la excepción.
A pesar de esa opinión, Báez Brugal entiende que desentrañar el pasado, ya que eso representó uno de los episodios que más sufrimientos causó a muchas personas que fueron torturados por los esbirros de la dictadura.
Lamentó que muchos utilicen las redes sociales para reescribir y tergiversar la historia de ese aciago periodo que vivió este país durante 31 años.
cosas pendientes. De su lado, el presidente de la Fundación 30 de Mayo, Eduardo Díaz, dijo que a pesar de que esos hombres lucharon para que el país avanzara, todavía hay muchas cosas pendientes.
Aseguró que aunque se ha avanzado en lo que respecta a las libertades individuales, hay retroceso en educación, en salud, en transparencia y otros aspectos importante y necesarios para el desarrollo del país.
Juan Daniel Balcácer, presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, al referirse a los vestigios de la dictadura, señaló que son muy mínimos, ya que 57 años es suficiente tiempo para que la fuerza del trujillismo desaparezca.
“Hay que reconocer que existen trujillistas huérfanos, que ven con nostalgia el pasado, pero son cosas de menos importancia”, expresó el historiador.
Sin embargo, el dirigente político e historiador Hugo Tolentino Dipp dijo que la dictadura no solo puede verse en los crímenes y asesinatos, sino que la muerte de niños y madres en los hospitales por falta de atención en hospitales también tiene la misma calificación.
“Que muchos dominicanos mueran por falta de seguridad social y una buena atención en salud, igual es un crimen”, explicó.
En el acto estuvieron presentes diversas organizaciones patrióticas entre ellas la Fundación Héroes de Constanza Maimón y Estero Hondo y Fundación Amaury Germán.