Agro Cultura. Los precios

Agro Cultura. Los precios

Evaristo Rubens.

¿Por qué los precios de los productos agrícolas son tan bajos en el conuco?, preguntó un agricultor a otro, quien respondió: vale, es que nuestra producción no tiene valor en la parcela. “Los pueblistas” que vienen a comprarnos los víveres, frutas, vegetales y otros, siempre nos dicen que los precios están por el suelo debido a que hay abundancia. Es falso, es que siempre tienen que ganar mucho y piensan que los agricultores no podemos ganar cuartos, contrario a lo que dice el líder: los productores tienen que ganar cuartos para que puedan seguir produciendo para beneficio de los consumidores, los propios agricultores y los intermediarios que aquí y en otros países son una especie de ave de rapiña (quieren arrasar con todo). En la conversación, el agricultor preguntón dice: Compay, usted no se ha dado cuenta de una cosa, que mientras todo esto ocurre, ninguna autoridad interviene a favor de nosotros. Nos va a llevar quien nos trajo, produciendo para otros ganar dinero y nosotros nada. El plátano nunca pasa de 4 pesos, la yuca de 5, el guineo a peso, el rulo a 2, el coco de agua a 7 y seco a 8, naranja agria a 2 y así todo barato en las fincas, pero todo el mundo sabe que los precios de estos productos en los supermercados, colmados y otros lugares de ventas son 4, 10, 20 y hasta 30 veces más caros que lo que valen en los conucos.

45 años Afipa
Uno de los altos ejecutivos de CropLife Latin America, Martín Zúñigas, ponderó la labor de la Asociación de Fabricantes, Representantes e Importadores de Productos para la Protección de Cultivos (Afipa) durante los 45 años de existencia y en el tiempo que esas dos tienen trabajando juntas en beneficio del aumento de la producción agrícola. Dijo que en 1970 se producía menos de la mitad de los alimentos que se producen hoy, básicamente los cereales: arroz, maíz, trigo y soya, que representan el 66% de las calorías que alimentan el mundo hoy. Tenemos una gigantesca dependencia de esos productos. En el 70 la producción de esos productos era menos de la mitad de lo que se produce hoy y sin embargo, la seguridad alimentarias estaba bien relativamente asegurada, porque representaba la reserva de esos alimentos: 11 meses y dos semanas. Hoy, la producción de esos granos es la más grande que se ha registrado en la historia de la humanidad, la cual alcanza para dos meses.

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