AGUA DULCE PARA PALIAR EL CALOR

AGUA DULCE PARA PALIAR EL CALOR

Se dice que en la República Dominicana se vive el eterno verano, pero como en otros países, es durante los meses de junio a septiembre cuando los rayos del sol nos golpean con mayor furor.
Sin embargo, en estos días, en plena primavera, cuando los lirios, las margaritas, las azaleas… se encuentran en su proceso de floración, el calor nos azota como si estuviésemos en plena temporada estival. ¡Uff, hace calor!… El “astro rey” se hace sentir en los cuatro puntos cardinales de esta isla caribeña.

Ante esta situación, en lo primero que se piensa es en tomar mucho líquido, usar ropa fresca, bañarse todas las veces que sea posible o ir a la playa. Pero ¿qué pasa si “no eres mucho de aguas saladas”, ya sea porque no te gusta broncearte demasiado, o porque te incomoda la sal, pisar la arena caliente o sentir las aguas cálidas?

¡Tranquilo! Por suerte, nuestro país cuenta con numerosas cuencas de agua dulce con bajas temperaturas, adornadas con impresionante vegetación que pocos se resistirán a visitar para contrarrestar la sofocante ola de calor que nos invade.

Y lo mejor de todo: no es necesario alejarse mucho de la zona urbana para darse un chapuzón en alguno de los inigualables ríos y balnearios del país. A pocos kilómetros de Santo Domingo puede visitar deslumbrantes torrentes de agua dulce, estando las mejores opciones en Monseñor Nouel (Bonao), Monte Plata, San Cristóbal y San Pedro de Macorís.

Nada como irse de pasadía con familiares o amigos y descubrir la belleza natural que conservan nuestros ríos, los cuales además de contar con limpias y refrescantes aguas, poseen una distinguida flora y fauna endémica, que sin lugar a dudas, le añaden un encanto especial.

Fula, Comate, Masipedro y La Toma son algunos de los lugares más populares y preferidos de los dominicanos, especialmente los capitaleños.

Masipedro. El balneario del Camellón, mejor conocido como el balneario del canal de Masipedro, está ubicado a ocho kilómetros de Bonao (provincia Monseñor Nouel).
Es un lugar muy concurrido, principalmente durante los días de verano, debido a que sus aguas frías y cristalinas invitan a darse un chapuzón y así paliar el intenso calor que arropa la isla.
Fula. Esta fuente de agua dulce situada en Bonao, nace en la Cordillera Central.
En este río hay un balneario turístico que lleva su mismo nombre, donde cada año asisten miles de personas para deleitarse con la belleza de sus aguas, así como con la magia que encierra su flora y fauna.
Comate. Es uno de los balnearios de agua dulce más visitados del país. Se encuentra a solo tres kilómetros del municipio Bayaguana, provincia Monte Plata. Es un río de gran caudal, de corrientes frías y puras, compuesto por impresionantes charcos y chorreras de aguas entre rocas.
Jima. Está en las afueras de la ciudad de Bonao. Nace en la reserva científica Las Neblinas y desemboca en el río Camú. Es entre estos dos puntos donde se encuentran las impresionantes corrientes de agua de los Saltos de Jima, un conjunto de doce preciosas cascadas y balnearios naturales que destacan por la inmensa belleza de su paisaje virgen.
Cachón de la Rubia. Es un manantial que pertenece al “Cinturón Verde de Santo Domingo”, cuyas aguas desembocan en el río Ozama, específicamente en la cuenca baja, próximo al área de amortiguamiento del Parque Nacional Humedales del Ozama. Ubicado en el municipio Santo Domingo Este, constituye una de las pocas reservas ecoturísticas donde se acoplan decenas de lagunas naturales, una fantástica vegetación y senderos que hacen que los visitantes se desconecten del caos citadino.
La Toma. Es uno de los rincones recreativos preferidos de los habitantes de la ciudad y la región Sur en general. Consiste en un balneario tipo piscina conformado por las aguas de un río natural y se sitúa al pie de una colina áspera, de piedras. Está a solo seis kilómetros de San Cristóbal.

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