El Gobierno decidió dar prioridad al suministro de agua potable a la ciudadanía ante la sequía que afecta el país, pese a que se trata de una situación que toca de manera considerable a la ganadería, la agropecuaria y la generación de energía.
A pesar de que es lo reglamentario en la «Mesa del Agua», la disposición fue anunciada ayer por el director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), Olgo Fernández, tras una reunión en el Palacio Nacional. Explicó que aunque se ha registrado una mejoría gradual, la situación es aún una preocupación debido a que nueve de las principales presas están en rojo.
Sin embargo, aseguró que el país dispone de sistemas de reservorio y de pozos como medidas alternativas para la agricultura, «pero en el código de agua, en la Sala del Agua el principal componente es el consumo humano». Dijo que entre las presas con mayor déficit figuran Valdesia, Jigüey-Aguacate, Tavera, Sabana Yugua, Sabaneta y Monción, y aunque ha llovido, «hacen falta lluvias tropicales, vaguadas torrenciales que duren de ocho a nueve horas para preñar las cuencas y que el agua pueda drenar».