Amnistía Internacional calificó ayer como una vergüenza que el Gobierno dominicano rechazara el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que ordena al país “resarcir derechos vulnerados a haitianos deportados en 1999 y en el 2000”.
Al considerar como arrogante la postura del Gobierno frente a la decisión del tribunal, la entidad expresa que esa actitud muestra un desprecio hacia las leyes internacionales y a la responsabilidad legal del país.
La entidad, que tiene su sede en Londres y lucha por el respeto de los derechos humanos, pidió a las autoridades dominicanas que asuman de manera rápida y efectiva la decisión de la CIDH.