Al diablo con el cine; cuántos filmes  malos  tenemos en esta semana

<P>Al diablo con el cine; cuántos filmes  malos  tenemos en esta semana</P>

Si todas las películas que se hacen en el mundo fuesen tan malas como las que “engalanan” esta semana nuestra cartelera, jamás visitaríamos una sala de Cine. En ellas, en las tres, las historias resultan tan deplorables, los guiones tan endebles y la dirección tan descuidada que no nos queda más que incomodarnos a medida que se avanza en su desarrollo.

Pero, como hasta en lo malo existen las categorías, digamos que la más pasable de las tres resulta ser “El aprendiz de vampiro” por aquello de que, en su reparto, junto a los consabidos jovencitos, tenemos a veteranos, otrora respetables, como John C´Reilly, William Dafne o la mismísima Salma Hayek haciendo de mujer barbuda.

“¿Dónde están los Morgan?”.  Protagonizada por un Hugh Grant al que se le fue su cuarto de hora queriendo ser el sustituto de Cary Grant y por una Sarah Jessica Parker con la que nunca hemos simpatizado demasiado resulta tan insípida y predecible que, a los cinco minutos de comenzar usted puede adivinar todo su desarrollo y conclusión sin temor a equivocarse.

“Al diablo con el amor” es la gota que rebosa la copa,  la estupidez más grande, la cinta   que nunca debió de haber sido hecha y donde la Nia Vardalos que aparte de actuar todo el tiempo con la boca abierta y una sonrisa bobalicona, se da a la tarea de escribir y dirigir este adefesio de película.

Se anuncia como un filme  para que los enamorados la vean coincidiendo con la festividad de San Valentín.

Lo menos que puede pasar es que alguien rompa el compromiso o solicite el divorcio a vapor. Para evitarse ese riesgo, no invite a nadie a verla. Gástese el dinero en un ramo de rosas, aunque sea de esos que se venden por las esquinas. Así, señores, está el panorama.

“El aprendiz de vampiro”.  El título original de esta cinta es  “Cirque du freaks: the vampire´s assistent”, y su director es  Paul Weitz.

“El aprendiz de vampiro”

Paul Weitz

Hollywood todo lo destruye. Un director que acababa de hacer algo tan inteligente como “Nick and Nora” y que tanto prometía, sucumbe ahora a la industria y a la comercialidad engrosando la lista de los artesanos que se apuntan a la moda de los vampiros. Inevitablemente los libros de Darren Shan tenían que ser llevados al cine y aquí tenemos la primera entrega. No dejamos de pensar en clásicos como “La parada de los monstruos” de Todd Browning.

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